martes, 15 de septiembre de 2009

SIN TÍTULO
(12-1-2003)
JUAN GARODRI

Año nuevo vida nueva. Como si la novedad fuese una cualidad de la vida. Como si la vida fuese alguna vez nueva. La vida es vieja y desdentada, una vieja pellejuda y trágica sacada de los grabados de Hans Baldung, como esa sobrecogedora tabla titulada ‘La muerte y la doncella’ en la que el artista expresa el contraste entre el cuerpo cálido y turgente de la muchacha y el descarnado esqueleto que la sujeta por el pelo al mismo tiempo que le señala la tumba. Tal como están las cosas, año nuevo asco de vida. El ochenta por ciento de la información que ofertan los telediarios consiste en la transmisión de acontecimientos desgraciados. Tal vez la anormalidad de la desgracia la convierta en elemento noticiable. Quizá lo normal, lo habitual, lo ordinario, carece por si mismo de esa capacidad de sorprender que posee la desgracia. Pero, coño, es que se pasan, tú. Es que no hay día, ni noche, ni mañana, ni boletín informativo, ni telediario, en que el regodeo con que se cubre la información sobre la desgracia no deje de convertirse en protagonista absoluto de la noticia. Cualitativa y cuantitativamente. Parece que pretenden, los medios de información públicos, sobre todo, convencer al gentío de que la cosa marcha sobre ruedas, aquí, en contraste con lo mal que lo pasan en otros países.
Año nuevo vida nueva. Hala, a las rebajas, ese fenómeno sociológico que hincha las cajas de los grandes almacenes y satisface inexplicablemente el impulso consumista del personal. Tanto vales cuanto consumes. Si no consumes, te autoconstituyes en una entidad vacía, un ser socialmente hueco que carece de lugar adecuado en la apasionada carrera que conduce a la posesión de la nada.
Año nuevo vida nueva. Frase tradicional utilizada para señalar los buenos propósitos que deberían animar las acciones individuales. Que se lo digan a Bush, el dueño del imperio, empeñado en la guerra. A ver qué vida nueva les espera este año nuevo a los miles o millones de ciudadanos (personas, seres humanos ¿o no?), población civil la llaman, probables víctimas del furor homicida de los mandamases. Todo por el petróleo. Tout pour la patrie. La patria no son los Estados Unidos, tan infantiles, consumistas e inmaduros. La patria no es el Reino Unido, tan hijo de la Gran Bretaña, tan colonizador, tan God save the Queen y tan reina madre. La patria no es la República Francesa, tan multicultural, tan revolución francesa, tan librepensadora y tan chanel. La patria no es España, tan progresista, tan más papista que el Papa (en todo), tan IPC y europea, tan doméstica y cabeza gacha, tan supeditada al imperio (yanqui). Cuando Eisenhower, presidente a la sazón de Estados Unidos, visitó la España de Franco, se le tributó un recibimiento apoteósico, y cuentan que los huevos bajaron en Madrid una barbaridad porque todo el mundo lo recibió de rodillas. Desconozco qué precio tienen actualmente los huevos en el mercado madrileño, pero tiene que andar por los suelos. Así que guerra contra Irak. En realidad es la guerra del petróleo. El petróleo es la patria. Año nuevo petróleo nuevo. Cómo es posible que se pretenda conquistar Irak, con las connotaciones, casi todas peyorativas, que soporta el término conquistar, e implantar un régimen proteccionista durante año y medio, tiempo suficiente para dominar el mercado petrolífero y hacerse con el tanto por ciento de la producción que consideren suficiente para el abastecimiento del imperio sin sobresaltos. En fin.
Año nuevo botellón nuevo. La ley de la Convivencia y el Ocio, aprobada por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura a finales de 2002, propugna un año nuevo en que el botellón sufra cambios radicales. Perfecto. Sanciones duras a quienes vendan alcohol a los jóvenes (pero la policía no vigila, al parecer, esa venta). Sanciones a quienes consuman alcohol en la calle. Perfecto. Pero me temo que los jóvenes seguirán reuniéndose en grupo en medio de la calle, beberán en grupo en medio de la calle y se refocilarán en grupo en medio de la calle. Y a ver quién posee el ojo de lince necesario para distinguir si lo que beben es alcohol o cocacola. )O también se prohíbe consumir cocacola o trinaranjus o seven up en la calle?
Año nuevo euro nuevo. El euro: la moneda que ha cambiado la vida de 300 millones de europeos cumple 1 año. Tenemos un euro bebé monísimo. «Vivimos un momento histórico. Desde el 1 de enero de 2002, los 12 países europeos adheridos a la Unión Económica y Monetaria están realizando un cambio sin precedentes: la unión en torno a una moneda única, el euro». Así lo magnifica la publicidad oficial. Qué bien quedan las frases grandilocuentes. Para el cráneo privilegiado que las procrea. Yo sólo digo que el paquetito de 10 obleas con canela, tan ricas, envuelto en celofán, me costaba una moneda de 100 pesetas. Desde que la Zona Euro parió la ricura de la moneda única, el mismo paquete me cuesta 1 euro: tengo que pagar un 66% más si quiero probar el sabor de la canela.

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