jueves, 25 de febrero de 2010

DISCRIMINACIÓN
JUAN GARODRI
(24-2-2010)

Vuelven a girar las ruedas del molino social. Otra vez andan los telediarios con la molienda de que las mujeres perciben salarios inferiores a los de los hombres. Cierto. Pero no es razonable que se generalice. Porque no “todas” las mujeres «ganan menos» que los hombres. El sindicalista me dice que estoy equivocado. La mujer trabajadora gana menos. Hay aquí una especie de tautología porque se discrimina a la mujer dentro de la discriminación de la mujer. Esta discriminación de la mujer en el ámbito laboral se lleva a cabo en toda España. Vamos, me parece a mí. Profesoras, juezas, magistradas, catedráticas, secretarias de administración, médicas, enfermeras, auxiliares de clínica, asistentas sociales, administrativas, y muchas más, perciben una ‘paga’ idéntica a la de los hombres. ¿Por qué todas estas mujeres no son consideradas como trabajadoras? ¿Acaso no trabajan?
Según crónicas italianas, Marino Salieri fue elegido dux a los ochenta años, en 1354. Ya es raro que en el siglo XIV alguien permaneciese en activo a esa edad. En fin, en este país, ahora mismo, en el año 2010, sería impensable la permanencia ‘en activo’ de un octogenario. En este sentido, hay una discriminación laboral que me duele particularmente. Discriminación por razón de edad. Se cuecen habas en toda la eurozona. En Europa, por ejemplo, el 42 % de los mayores de 50 años no encuentran trabajo, o son presionados para que dejen de trabajar. En España aumenta el porcentaje. El 61 % de varones españoles que rozan la cincuentena no encuentra trabajo, o los despiden. En algunos países europeos (Reino Unido, Alemania) no se admite la discriminación por razón de edad, y quien se considera perjudicado acude a los tribunales de justicia. En Estados Unidos, algunas sentencias condenatorias de esta clase de discriminación obligan a la empresa a indemnizaciones elevadas. ¿Quién acude en España a los tribunales si se siente discriminado por razón de edad?
Otro tipo de discriminación inadmisible es la dedocracia. (No me refiero al dedo de Aznar en la universidad de Oviedo. Que, según como se mire, también es una discriminación la que han ejercitado sobre él los medios y los portavoces gubernamentales, disculpando a los que lo insultaron verbalmente e inculpándolo por insultar mímicamente). Dedocracia. La práctica, tan extendida entre nuestros prohombres, de nombrar personas a dedo para cargos relevantes, abusando de autoridad. Discriminación con los mejor preparados.

domingo, 21 de febrero de 2010

LA NIEVENIEV
JUAN GARODRI
(17-2-2010)

Estoy en Soria, y con las madrugadas a siete grados bajo cero, y con los mediodías a uno o dos bajo cero, sales a tomar los vinos a la plaza de Herradores y se te hielan los pensamientos. Estos días de febrero en que el frío secciona los pensamientos con el bisturí de la inoperancia, España se debate en los frentes controvertidos de la guerrilla del deslumbramiento. Un deslumbramiento ocasionado por la nieve meteorológica que obliga al uso de cadenas (siempre que el atrapado en la nevada sepa montarlas, que esa es otra) y por la nieve que refleja la luz insensata de la solución del conflicto socioeconómico que no logra embobecer al personal porque, por mucho que se diga, el personal desconfía más que nunca de los políticos. Ni siquiera las baladronadas de Leire Pajín animan a los jubilatas, acogotados por la posibilidad de ver reducidas sus pensiones, ni a los cotizadores (posibles jubilatas dentro de unos años) actuales que se temen la reducción al límite. La nieve se hiela y los patinazos son frecuentemente peligrosos. En la carretera y en las calles. Toneladas de sal para evitarlos. La sal de la tierra. La sal es la promesa de los políticos que, en nombre del Gobierno, sermonean acerca de las posibilidades inminentes de salir de la crisis. Pronto dejaremos atrás la crisis. Hay que arrimar el hombro y afirmar los pies en el suelo. Pero los pies resbalan en la nieve. Unos patinazos contundentes, acongojantes y desestabilizadores que provocan el costillazo. Los hematomas económicos, producto de los culetazos ocasionados por la nieve, resaltan el aspecto morado de la insuficiencia y de la carestía. Es irrisorio el hecho de escuchar los telediarios y comprobar las bobadas que pueden decirse para animar al gentío, acobardado y tenso. Generación ni-ni. Se atribuye a los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Más bien debería atribuirse esta generación a la de los políticos que no se ponen de acuerdo para solucionar los problemas que preocupan a la ciudadanía. Ni consenso ni verdades. Sólo están interesados en el acogotamiento del adversario. Qué tendrá el poder para que los votos sean la única adquisición que los salve políticamente. Un amigo me decía que dudaba de la inteligencia de Zapatero porque, de ser inteligente, abandonaría su discurso de apariencias y retazos y permitiría que gobernase Rajoy. Pero eso es imposible, le dije, por contradictorio y maquiavélico. No lo es, retrucó, así se vería claramente la ficticia jactancia de Rajoy y se comprobaría su inoperancia, porque él tampoco sería capaz de sacar a España de la recesión y de la crisis. Anda y que se rompiera las costillas del batacazo en la nieve del conflicto económico.
En fin, pienso que los españoles están hartos de sus políticos y de su crisis, a juzgar por ese 85% de mujeres encuestadas que está satisfecha con la calidad de sus relaciones sexuales. Valoran más una buena vida sexual que el dinero. No se pelean con bolas de nieve.
DEBATES
JUAN GARODRI
(10-2-2010)


Proliferan los debates. El personal, mayormente político, se agarra a los debates como a clavo ardiendo. Se piensa, puede ser, que se arregla con un debate lo que se ha desarreglado con una mala gestión. Piensen ustedes en el fenomenal barullo que se ha organizado con el asunto de las pensiones. El ‘indeciso patológico’, sambenito con el que Martín Ferrand ha bautizado a Zapatero, ramonea en la arboleda sindical para conseguir la paralización de convocatoria de huelga general. Hay que debatir si queremos un indeciso patológico o un presidente ‘cortoplacista’, como lo llaman otros. Los debates. Las cadenas televisivas no se hartan de debatir. Si el debate está montado sobre la acción política, Zapatero es la pieza que hay que abatir. ¿Quieren los españoles que Zapatero vuelva a ser candidato a la presidencia del Gobierno? Debate servido. Con un 4,3 millones de parados y un déficit público que se escurre a causa de la gastroenteritis económica, Zapatero no puede repetir la presidencia. Con el vencimiento de la deuda española a corto plazo Zapatero acentúa nuestra crisis. Es un debate en el que no se debate: se afirma la culpabilidad, la inoperancia y la jeta dura de Zapatero. Vamos, que no me lo creo. En un debate (entendido como discusión sobre una cosa) no se afirma, se razona. Y en este debate —Zapatero sí, Zapatero no— aparecen en superficie escasos razonamientos. Porque no tratamos de los debates cutres que aparecen en determinados programas televisivos sobre cameo criticón de las culifinas icónicas. No. Tratamos de un debate serio en el que no parece posible demostrar que una sola persona —con la satisfacción de las apariencias— sea culpable de todos los males que atacan al personal de acera. El resquebrajamiento de la economía —¿Financial Times resucita a la ‘pérfida Albión’?— choca con la dilapidación de erarios públicos que gastan miles de euros en conseguir portátiles para cada uno de los alumnos de 3º de ESO, cuando es bien sabido que no son necesarios individualmente, o con los milloncejos que el Parque Móvil de la Guardia Civil se ha gastado en adquirir 7 unidades de Mercedes 170 CV, último modelo, para colocar radares que cacen subrepticiamente. Economía resquebrajada. Las cortinas de humo no quieren debates, a pesar de la intoxicación (también contra el Villarato) que sectores de la prensa deportiva lanzan contra los árbitros para inculpar al Barça.
DE HORMIGAS
JUAN GARODRI
(6-2-2010)

Cantando la cigarra pasó el verano entero. Una holgazana. La hormiga, sin embargo, una trabajadora incansable y terca. Cuando en 1781 se publicó en Valencia la primera colección de las fábulas de Samaniego, poco se imaginaba el ilustrado autor que no andaba muy acertado con respecto a la consideración de trabajadora que dedicaba a la hormiga.
Porque resulta que Anna Dornhaus, investigadora de la universidad de Arizona, ha concluido que las hormigas son holgazanas. Ni más ni menos. Ella misma ha representado el papel de hormiga laboriosa porque ha pintado a 1.200 hormigas, una a una, de colores, con un pincel especial de aeromodelismo. Jo, tío, se queda uno de piedra. Y se pregunta, atónito, cómo es posible que una tía pinte a 1.200 hormigas y las grabe en vídeo, una a una, para estudiar sus movimientos. La tarea de chinos científica ha dado sus resultados. Y así, la laboriosidad que se atribuye a la hormiga no es más que una apariencia provocada por la actividad de las que trabajan, que son pocas. La hormiga es gandula, tanto o más que la cigarra, porque ésta por lo menos canta. Resulta que el hormiguero se aprovecha de la hiperactividad de unas cuantas mientras que la mayoría de la colonia no hace nada. Vamos, que se la suda el grano de trigo. La idealizada laboriosidad de la hormiga, modelo de trabajo constante, se ha ido a hacer gárgaras. Siempre han existido grupos que se aprovechan del trabajo de otros miembros del grupo. De haber conocido los datos sobre las hormigas de la doctora Dornhaus, tal vez Ramiro Pinilla hubiera planteado desde otra perspectiva menos faulkneriana su novela “Las ciegas hormigas”, aquel premio Nadal de 1960, controvertido por la prensa de la época. (Conservo entre mis libros un ejemplar de entonces). Y no hubiera implicado a Sabas tan ‘ciegamente’ en la recolección del carbón que la marea traía a la playa de Getxo. Ahora lo reedita Tusquets dentro de la burbuja de reconocimientos que están convirtiendo a Pinilla «en una referencia inexcusable para el trazado de la historia de la narrativa del medio siglo».
La crítica literaria: cuando quiere ensalzar, sobredimensiona; cuando quiere hundir, minusvalora. Algo así como Anna Dornhaus, que se ha cargado la literaria tradición obrera de la hormiga. Trabaja para eso. Y la cigarra muerta de su veraniega risa floja.
ESTUPEFACCIÓN
JUAN GARODRI
(27-1-2010)


Aunque sí, a uno se le queda cara de estupefacto con la aparición de las noticias. Veo, escucho y leo tal cantidad de información prescindible en las pantallas televisivas y en las páginas de los diarios, que a veces el pasmo sustituye a la complacencia. La culpa es tuya, porque si son prescindibles no deberías atenderlas, me dicen, la curiosidad es dinámica e impulsa a la visión o a la lectura, respondo. Así que tengo que soportar mi cara de embobamiento en el Candilejas cuando escucho las conversaciones y me entero, por ejemplo, de que el Rafita está en libertad tras cometer el tercer delito en ocho meses. Porque digo yo, decía uno, que si un tipo es así de delincuente, un tipo que viola y asesina y quema, no debería salir de la cárcel, por muy progresista que sea lo de la reinserción y todo eso. Y si la ley lo autoriza, pues como que deberían cambiar la ley, que la justicia está para algo más que para cumplirse en función de los votos, según dicen, que hasta ofrecen puestos en el Constitucional para conseguir servidores del Ejecutivo, cuando deberían ser independientes, como mandan los cánones de la buena democracia, que hasta Garzón se ha convertido en un prevaricador, con lo gallito que iba por todas partes, como un capitán Trueno de la justicia y paladín de la democracia, con lo de la causa contra el franquismo por lo de la memoria histórica, vaya chasco, decía otro, que ahora quieren hacer memoria histórica también los de derechas por las víctimas que causaron los de las “ordas rojas”, y no sólo esto, decía un tercero, la cosa está bastante podrida en España, el almacén nuclear saca a relucir la miseria de los partidos políticos, la guerra de los residuos nucleares está a punto de reventar el Tripartito catalán, y no sólo esto, decía otro, el PSOE pagó a la banca 780.000 euros de los 34 millones que le debía por demora, y el PP recaudó en 2006 cinco veces más que el PSOE en donativos opacos, ¿opacos?, le preguntaron, sí, opacos quiere decir oscuros, lo cual refiriéndose a donativos quiere decir que eran ilegales o poco menos, pero bueno, terció un quinto, mientras Ronaldo no sea sancionado y lo midan con el mismo rasero que a Messi todo lo demás carece de importancia.
CONTRADICCIONES
JUAN GARODRI
(20-1-2010)


Los filósofos han tratado de explicar, dentro de la ley de principios, el llamado ‘principio de contradicción’ como algo que no puede “ser y no ser” al mismo tiempo, dotando por lo tanto de imposibilidad óntica el rezar y el no rezar (simultáneamente), por ejemplo. De ahí que me resulte sorprendente la noticia de que Zapatero haya aceptado la invitación de Obama para asistir a un “prayer breakfast”, acto religioso que «empieza con una oración, termina con una plegaria y en medio hay sólo invocaciones al Señor y promesas de no apartarse de las Sagradas Escrituras». Toda persona está en su derecho de ser creyente o no serlo pero, por coherencia interior, el no creyente debe abstenerse de participar en actos religiosos de oración y fe activa, como es el ‘desayuno de oración’. A no ser que Zapatero esté interesado exclusivamente en el encuentro con Obama y le importen un pito las invocaciones al Señor y el ‘canticorum iubilo’ de las Sagradas Escrituras. No es extraño pues que la prensa antigubernamental se haya pitorreado estos días del señor Presidente con tal motivo. Momentos tontos que vive cualquier persona común en su vida diaria, mister Bean.
Otra raya del principio de contradicción, ser y no ser, la ha señalado la señora vicepresidenta De la Vega cuando afirma que el escudo que adorna la primera página del ejemplar original de la Constitución es inconstitucional. Andar en zancos por el alambre es más fácil que concluir la contradicción: una página de la Constitución es inconstitucional. Habrá que espantar al águila de san Juan para que vuele a los evangelios y deje de representar símbolos franquistas. (Que eran anteriores a Franco, por cierto).
Otra raya. La gripe A se extingue sin causar los daños temidos: sorpresa y controversia en la comunidad científica. Ser y no ser. Esopo escribió algo parecido acerca de un pastor que asustaba a sus paisanos con la falsa llegada del lobo. También nos asustaron con la gripe aviar. Llegará el día en que nadie acepte las previsiones médicas de los gobernantes.
Raya final. Ser y no ser. Utilizar la foto de Llamazares para representar a Bin Laden. No deja de ser un ataque al principio de contradicción. Porque Llamazares no es Bin Laden. Es un político español honesto que no merece las chapuzas identitarias del FBI ni el guaseo de la prensa alemana.
DE FÚTBOL
JUAN GARODRI
(13-1-2010)

Mira que me gusta el fútbol. Entiéndame ustedes, me gusta el fútbol-fútbol. Pero no me gusta. Primero: No me gusta este simulacro deportivo en el que unos mangantes trotan indolentemente por la ‘cancha’ ridiculizando las cualidades de lucha y esfuerzo que caracterizan a este deporte. Véase como referente el partido Recreativo-Atlético de Madrid, esa humillación balompédica sufrida por los del Manzanares el día de Reyes, y como si tal cosa. Segundo: No me gusta el fútbol que maneja cifras económicas desorbitadas, tanto para pagar a sus jugadores como para cosechar cantidades todavía más astronómicas guadañadas en las praderas televisivas y en los contratos publicitarios. Tercero: No me gusta el fútbol por las horrorosas desigualdades que provoca en el ámbito económico. Puede ejemplarizarse el aserto diciendo que mientras el equipo más grande del mundo (que el lector atribuya la grandeza al equipo con el que se siente identificado, yo no acertaría) gana millones de euros que distribuye entre sus jugadores, se supone, otros equipos no disponen de economía mínima para pagar a los suyos, tal como ocurre ahora mismo en el Tarrasa C.F., equipo en el que los jugadores no cobran desde la temporada anterior, y algunos tienen que mantenerse (ellos y su familia) de la caridad pública con arroz, pan, aceite y alguna pieza de fruta.
Teóricamente podría hablarse de una nueva ‘lucha de clases’. Marx añadiría, digo yo, la contraposición entre el “valor de cambio” (conservación de la mano de obra futbolera) y el “valor de utilidad” (conservación del producto del trabajo procurado en el mercado libre). Surge así el capitalismo de ‘grandes’ clubs, y el proletariado de los clubs modestos y pobres. Estos clubs humildes deberían hacerse conscientes de su oposición a los poderosos (aunque no sé cómo) para superar la antítesis de contrarios pues “la clase poseedora y la clase proletaria representan una y otra la misma autoalienación humana”. Esta frase entrecomillada es de Marx, las anteriores son chorradas mías.
En definitiva, no me gusta el fútbol mercantilizado porque ha abierto la vieja herida social que hizo sangrar cruentamente las diferencias entre ricos y pobres. No sé qué coños hace la Real Federación Española de fútbol que cierra los ojos a estas desigualdades y no instaura un fondo de compensación para aminorar las penurias de muchos futbolistas modestos.
Marx lo hubiera propuesto en su sueño del hombre nuevo. El deporte sin clases.
NAVIDADES ‘OUT’
JUAN GARODRI
(6-1-2010)

El pasado domingo, día 27, mi amigo Agapito Gómez Villa, defendía ‘su’ navidad como una vuelta a la pureza de la niñez. Tenía razón. Sólo desde el punto de vista de la inocencia pueden aceptarse unas navidades que ya ni parecen navidades. No me gustan. Alargan el halo taciturno de la desventura. Por mucho que se esfuerzan los ayuntamientos en la iluminación nocturna de las avenidas (en las poblaciones en las que hay avenidas, que no dejan de ser calles un poco más anchas) permanece una especie de tristeza alrededor de las figuritas luminosas. La culpa del hombre maduro y el tema de la renuncia, que tanto conmovieron a los escritores del siglo XVIII, no pueden ser hoy dominados por algunas representaciones institucionales de ‘belenes’ en las plazas públicas, reducidos a mera rememoración folclórica. Por otro lado, la sociedad cede, poco a poco, a la considerada corriente progre de arrinconar el hecho religioso. Es más ‘in’ quien se muestra indiferente ante la murga de la pandereta y el soniquete del villancico. Así que este año han desaparecido. Los altavoces colocados en las esquinas de las plazas lanzaban al aire del oscurecer musiquillas que relacionaban el ambiente popular con la letra navideña. Han desaparecido. Supongo que por lo de la supresión de símbolos religiosos. Para evitar la herida de la sensibilidad. El veto del villancico, a pesar de su abolengo histórico, de origen medieval. En el Cancionero de Baena aparecen con el nombre de ‘cantigas’, en el Cancionero de Palacio con el de ‘canciones’. Empiezan a llamarse ‘villancicos’ en el Cancionero General.
Así que no me gustan las navidades. Estas navidades que parecen lejanas y extrañas. Rodeadas de noticias tan deplorables como las que aparecen en las portadas de las revistas del cuché, tan del agrado del gentío. Belén Esteban, supermodelo del tarugueo mental, sublimada hasta la nausea. La pobreza intelectual provoca la huida hacia esos personajes sacados de la nada que proporcionan beneficios a la prensa rosa y a la televisión tomatera. También Rajoy se ha lanzado a la imagen revistera con el gorro de cocinero y el servicio del cocido en un comedor social. Son imágenes de una navidad devaluada económica, social y religiosamente. El remate pesimista se aloja en ‘mi’ navidad si, por último, leo que se acerca el principio del fin del progresismo y que políticamente Europa ha muerto. Nos salva el cuerpo de Kate Winslet.
DINERO PODRIDO
JUAN GARODRI
(7-11-2009)

Hay dos tipos de personas que ganan demasiado dinero. Los políticos y los futbolistas. Aunque habría que matizar. Ni todos los políticos ni todos los futbolistas. Pero los que han trepado a la cúspide del sueldo provocan el enfado de los ciudadanos. El cabreo del gentío va dirigido contra el político de rango alto y contra el futbolista de ficha altísima. El político de rango alto vive muy bien y, según dicen, hace muy poco: apretar un botón. Cuando representa al Gobierno (qué tipo de representación, si puede saberse, porque la colocación de una primera piedra puede ser muy representativa, pero inútil. Primeras piedras ha habido que quedaron sólo en eso, pero los gastos de representación, los gastos de viajes, los gastos de restaurantes, se endosaron en la cuenta de los políticos aunque después no se continuara la obra). Cuando el político representa al Gobierno, decía, viaja gratis, come gratis y encima recibe una dieta para no sentirse desvalido. Pero, vamos, esta es la opinión crítica de los ciudadanos que no son responsables ni demócratas, me dice el paseante de acera, porque desde que comenzó la democracia los políticos se han puesto a trabajar a destajo, que es algo digno de ver, así que estoy de acuerdo con el sueldo que perciben y, sigue, nos han solucionado la mayoría de los problemas, la falta de vivienda para los jóvenes, la eliminación de la droga, la extirpación del terrorismo, los bajos sueldos para el obrero, los precios de los productos del campo y el embellecimiento urbanístico de las playas. No me vas a comparar el trabajo de un auxiliar del ayuntamiento, por ejemplo, con el trabajo agotador de un político en el parlamento. Hay que tener en cuenta, además, las horas de estudio y sacrificio que han dedicado a conseguir su puesto y que, gracias a las listas cerradas, han podido auparse a lo más alto y llegar a cobrar la apreciable suma de más de 3.000 euros mensuales mínimo, eh, que pueden también superar esa cantidad con creces. Y prosiguió: la opinión pública es crítica, y a veces feroz, con nuestros políticos, tan abnegados, que solo miran por nosotros y se dejan la piel en el desempeño de la función pública.
Así que le pregunté: ¿cómo justificas los casos de corrupción y enriquecimiento ilegal? Habladurías y envidia rencorosa, respondió. (Del futbolista hablaremos en la próxima).
METÁFORAS
JUAN GARODRI
(31-10-2009)


No es posible que hayamos quedado reducidos a eso. Es una exageración cutre de un presentador cutre en programa televisivo cutre. Mientras la mierda siga flotando, España no se hunde, dijo. Como metáfora, el elemento comparativo que mantiene la identificación es la mierda. Si la mierda flota, España también flota. Bien porque España se haya convertido en mierda, bien porque España flote en un charco en el que predomina la mierda. La mierda como atributo de la corrupción. La analogía es tan denigratoria para España que uno se queda pasmado. La corrupción urbanística se ha apoderado de España. Es una metonimia abyecta en la que se toma la parte por el todo. Evidente. Una parte de España está corrompida. Toda España no está corrompida. Las metáforas tienen eso, una parte irreal que el hablante convierte en real gracias a un proceso de transmigración léxica merced al cual se atribuye al segundo término de la comparación la identidad del primer término. No es justo. Toda metáfora es injusta aunque a veces sea embellecedora. Unos dientes no son perlas por mucho que se esfuerce en ello quien elabora el concepto metafórico. España no es mierda por mucho que se esfuerce en ello el presentador cutre que atribuye las cualidades negativas de la mierda al sector enmerdecido. La corrupción urbanística ha extendido su pestilencia a los Ayuntamientos, y los ediles se han untado. En Plasenzuela, en Torremocha y en Santa Coloma de Gramanet. La corrupción política pretende apoderarse de sectores que le sean rentables, bien en pasta gansa bien en votos. No acierto a comprender ese afán desmesurado que empuja a los políticos a apoderarse de las Cajas de Ahorro. Ser presidente de una Caja supongo que añadirá a la presidencia el poder de mando. El presidente es el que manda. ¿Por qué los políticos tienen que meter las narices en las presidencias de las Cajas de Ahorro? No veo la relación causa-efecto de la política y el dinero. De la política como ciencia Maquiavelo expuso su doctrina. De la política como moral (buenas costumbres) escribió Leibniz. Y Trasímaco: es justo lo que le cuadra al más fuerte. De tener razón Trasímaco, jamás sería injusta una sentencia de un tribunal supremo, ni digno de baldón un hombre malo pero poderoso. Estos son los de la metáfora de la mierda. Chapotean en la corrupción con la fruición pestilente de los cerdos en un charco. Los españoles no.
PALABRAS
JUAN GARODRI
(24-10-2009)

Hay palabras que definen a una especie, sin que quien las pronuncia piense si es más adecuada la utilización del masculino o del femenino. Liebre, perdiz, trucha, miembro. Nuestros políticos tan listos (o tan olvidados de sus estudios, si es que los tuvieron, que en todas partes cuecen habas, comprenda usted, tampoco es que sea necesario para el ejercicio de la política tener colgado en el salón el título universitario, hay políticos con su licenciatura y todo y hay políticos modorros con, si acaso, el graduado escolar, conseguido tras ímprobos esfuerzos de incultura y pasotismo, pero ya ve usted llegan a mayores y se hacen concejales, y disponen de coche oficial para sus desplazamientos oficiales o para la colocación de la primera piedra. Lo de llegar a concejales, o a altos cargos responsables, es consecuencia de la afiliación y las listas cerradas, ya se sabe, a mayor cabezazo aquiescente mayor altura en la colocación de la lista, y así salen a veces alcaldes o diputados o diputadas que a causa de su analfabetismo funcional ejercitan de forma facticia el cargo suprimiendo con frecuencia el prefijo di-, dando en consecuencia al ciudadano por donde suena la trompeta o, lo que parece peor, blanqueando el dinerito de las comisiones ilegales, actividad que resulta tan provechosa en esta España nuestra atiborrada de ediles y edilas imputados por prevaricación y jeta ancha, tal como puede usted leer casi a diario en cualquier periódico de cualquier región de este país, hecho para el fraude y el engaño, como dijo Blanco White, que se fue de España y hasta escribió su autobiografía en inglés), nuestros políticos tan listos, decía hace un rato, desconocen esas palabras que definen a una especie, como dije, y en un afán sin duda laudatorio de modernidad y progresía sueltan lo de miembro y miembra en medio de una valoración léxica masculino-femenina que excede los límites de la cultura elemental, porque también podría utilizarse el femenino en expresiones populares, y no se utiliza. Por ejemplo, se dice del Kun Agüero que corretea por el campo como pollo sin cabeza, pero no se dice que va de un lado a otro como polla sin cabeza, a la búsqueda del cuero, que también podría decirse, porque tanto los pollos como las pollas corretean sin cabeza si persiguen la desorientación. Así que las palabras son burbujas de humo.
OTOÑO SIN MOÑO
JUAN GARODRI
(17-10-2009)

En otoño a las viejas se les cae el pelo del moño. Eso decían. Era la vejez. Ahora todo ha adquirido el aspecto de una senectud anticipadamente provecta. Los campos muestran una sequía aterradora, sin brizna de hierba, que era su moño. A la dehesa se le ha caído el moño antes de tiempo. La encina emerge mustia y no se parece al frondoso árbol cantado por Virgilio. Todo el mundo anda sin moño en medio de una calvicie precoz y fustigada. Este otoño caluroso y reseco enciende las pasiones y atiza el sofoco de los políticos, enredados en la repugnante lucha de la espada y el garrotazo. La corrupción lanza esa sofoquina que agota las ideas de regeneración y resurgimiento. España anda perdida entre demoliciones e imputaciones, tanto más controvertidas cuanto más reales y negadas. La negación es el arma rasurante que pela el moño de la política. Todo es mentira. Nada es verdad. O al revés, según quien lo mire. La sequía de ideas transformadoras absorbe el agua de las dehesas. Así que la dehesa luce un desfavorable aspecto famélico sin el césped jugoso de la transparencia. A la dehesa también se le ha caído el moño. Los atardeceres de la dehesa, tan repletos de ocasos otoñales, han perdido la tranquila magia de las nubes rosadas por el viento vespertino. La sequía las transforma en sombras enemigas que desorientan la dormida de los pájaros. La solidaridad amorosa del universo. Aquí quisiera yo ver las reacciones de León Hebreo prendidas a los tres «dialoghi d’amore», a ver cómo iluminaba su haz de alegorías con sus ingeniosos simbolismos. Si un ternero no tiene agua para beber no bebe. Pero a ver cómo se combina el reflejo de la actividad creadora con un campo muerto e improductivo. «Todo el universo es un individuo producido por el sumo opífice», dijo. Y los renacentistas se lo creyeron. El moño de Rajoy es el caso Gürtel, dentro de un corrupto renacimiento económico. El moño de los políticos es su patrimonio.
En fin, este otoño anómalo cambia también los pensamientos. Heráclito afirmó aquello de que ‘todo fluye’ porque en sus tiempos no había esta sequía extremeña. Y seguro, además, que las viejas de Éfeso ondulaban su encanecida cabellera con aceite de mirto y arrayán para que en el otoño no se les cayera el moño.
LA GORDA Y LA FLACA
JUAN GARODRI
(10-10-2009)

Ya era hora. Por fin ha llegado alguien, sin ojo de buen cubero, que se decide a sacar una revista de moda en la que las modelos no sean delgadísimas, ni sean ‘modelos’. Muchachas de la calle, hermosas y sanas. Abajo la anorexia, arriba los huesos rellenos de carne. «Haremos una revista para las mujeres tal como son, y no como otra gente quiere que sean», afirman Andreas Lebert y Brigitte Huber.
Se proponen editar una revista en que las modelos sean mujeres “normales” (que ya tiene guasa tener que entre comillar la normalidad de una mujer que no es esquelética). Quizá sean seres enfermizos esos diseñadores que ensalzan la belleza de una mujer contemplada, a lo que parece, a través de unos rayos X, esos fenómenos extranucleares producidos por desaceleración de electrones. Me pregunto qué desaceleración se produce en los cuerpos de las infelices que se someten a la ostentación de la moda en las pasarelas. Y en la mente de los diseñadores que eligen tallas ínfimas para introducir esos huesos que consideran bellos. Y si el desfile es de modelos que lucen bañadores para la próxima temporada, la visión es sorprendentemente peor. Yo no admiro esa belleza huesuda que muestra, entre los aparentes tropezones que dan al cruzar las piernas a medida que desfilan, rodillas desnutridas, tobillos escuálidos, hombros consumidos, costillares esqueléticos. Lo único que puede considerarse gordo en su descarnada anatomía son los labios (hinchados como morcillas por la intervención del laser) y los pechos, abultados desproporcionadamente merced a la silicona. Dijo Schelling, quizá por su idealismo romántico, que el secreto de la belleza está en que lo infinito desciende a encarnarse visiblemente en lo finito y en que lo finito se torna símbolo de lo infinito. Tal vez en ello resida la aparente majadería artística de los diseñadores de moda, tan dados a la camisa negra y a las poses indolentes. Que lo infinito, tan sutil e inaprehensible, se reencarna en el cuerpo de una joven subyugada por la promesa de la fama y su cuerpo famélico se convierte en símbolo de la infinitud. Pura transparencia. Ha sido la semana de la moda en París.
Para nosotros, peatones de acera, la hermosura femenina reside en la descripción de la mujer que ya hizo el de Hita. Cuerpo esbelto, brazos torneados, culo mollar, pechos promisorios, labios gordezuelos.
EL CORAZÓN
JUAN GARODRI
(3-10-2009)

Aunque parezca mentira, hubo un tiempo en que el eminente profesor universitario Félix Duque, catedrático de Filosofía en la universidad Autónoma de Madrid, trabajó en el Instituto de Coria como profesor de filosofía. Me relacioné con él amistosamente. Félix Duque fue quien puso el nombre “Medina Cauria” al Instituto cauriense. Por aquel entonces investigaba en Alemania para su tesis doctoral «Experiencia y sistema. Una investigación sobre el "Opus postumum" de Kant». Duque estudiaba los escritos del gran filósofo alemán y me contaba algunas anécdotas curiosas, por ejemplo: las abundantes manchas de vino que aparecían en las páginas autógrafas del filósofo. (De lo cual, concluía yo, y Duque se reía, que Kant se achispaba para aguzar el lápiz de su filosofía crítica). Recuerdo que yo, con cierta suficiencia imbécil que Duque aceptaba con educada resignación, le dije una tarde que fuimos a un higueral a por higos que Kant había dado una solución negativa al problema de la esencia de la religión, y Félix Duque me respondió, como quien responde a un niño, que no, que Kant se vio obligado a eliminar la ciencia para levantar la fe. Me quedé algo turulato. Pero no he olvidado la frase.
Es decir (esto ya es cosa mía), que postergaba el conocimiento para dar cabida al sentimiento. Reducía la razón para dar impulso al corazón. (Eso me pareció entonces).
Me vienen a la memoria estos recuerdos porque resulta que ahora ya no tengo corazón. Eso me han dicho los pedigüeños que llenan la avenida principal de Coria, las entradas de Mercadona, los accesos de Día y otros supermercados, las puertas de las iglesias y los cajeros de los bancos. Es agobiante. Los pedigüeños no parecen pordioseros. Son jóvenes y robustos. No se caen de un sombrerazo. Ayer uno de ellos me pidió un euro. Le dije que le compraba medio pan (0,90) si necesitaba comer. Comida no, me dijo en su castellano chapurreado, dinero sí. La frutera del barrio me comentó que le ofreció fruta a una mujer que entró a pedirle ‘algo’. La mujer le respondió que fruta no, que la fruta no le gusta a sus hijos.
¿Qué tiene que ver todo esto con el título del artículo? La respuesta del indigente que me pidió el euro. Ante mi negativa, dijo: no tienes corazón. Y alargó la mano a otro transeúnte. ¿Sentimiento o inteligencia?
MANDA NARICES
JUAN GARODRI.
(26-9-2009)

Con este mismo título he recibido un correo electrónico con la fotografía adjunta de un cartel, patrocinado por algunas instituciones públicas, en el que puede leerse lo siguiente: «Soy puta, soy negro, soy marica, soy moro, soy sudaca, soy mujer. El diferente eres tú, imbécil».
Cada atribución escrita en letras capitales, cada atribución colocada la una debajo de la otra, en tinta negra, excepto la última, la que somos tú y yo, escrita en tinta roja: «Imbécil». El letrero, bien enmarcado, acristalado y colocado en plaza pública aparece en las calles de Gijón.
Juro ante el altar de Hércules que no ataco a las putas, que no persigo a los negros, que no acoso a los maricas, que no huyo de los moros, que no menosprecio a los sudacas y que no desprecio a las mujeres. Juro así mismo que, si pudiera, le untaría la mente con excrementos, al bien pensante político de Gijón que ha autorizado la exposición pública de semejante tergiversación léxica, como menos. Porque la mala leche enumerativa del tipo (o tipa, que ahora proliferan por las covachuelas oficiales émulas de bibianas y pajines dispuestas a lo que sea con tal de mostrar el morro), así que la mala leche enumerativa del tipo del letrero pretende significar que millones de hombres (españoles) somos imbéciles porque no tenemos pinta de puta ni de negro ni de marica ni de sudaca ni de mujer.
Llevar las cosas a esos extremos de división antropológica y social es excesivo. Cada alma tiene su almario y constituye una estupidez actitudinal despreciar por imbéciles a quienes no comulgan con las ruedas de molino de los molineros de turno. Uno puede ser antimarica (es la palabra del letrero), llegado el caso, y no ser imbécil. No necesariamente son imbéciles todos los “anti” que pueblan los carrefoures y mercadonas. Quienes a su vez, por la misma lógica, podrían llamar imbéciles a putas, negros, maricas, moros, sudacas y mujeres.
Otra interpretación. Puede que el letrero posea una intención benefactora latente, de forma que pretenda acusar a muchos de misoginia, de homofobia o de xenofobia, y esa pretensión la exponga con la dureza del cartel. Con lo cual todos aquellos que no sean misóginos ni homófobos ni xenófobos no tendrían que darse por aludidos ante el palabro que los denomina como cualitativamente imbéciles. O sea, que el letrero va dirigido solo a los imbéciles.



OTRA DE EDUCACIÓN
JUAN GARODRI
(19-9-2009)


Entre las primicias de la literatura didascálica griega se encuentran las fábulas de Esopo. Y ahí está la del lobo, ya sabe usted.
Así ha ocurrido con la educación en los centros docentes. Desde que Rubalcaba, Marchesi y Maravall entregaron el poder educativo a los uncidos al yugo institucional y se cargaron la ‘enseñanza’ con la idea de la ‘educación’ a partir de los conocimientos previos, el lobo ha despanzurrado poco a poco las ovejas y nadie le ha hecho caso. Ahora quieren ayudar al pastor, ahora, cuando el rebaño se encuentra desperdigado.
Los medios de comunicación comentan que los sindicatos de funcionarios docentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, el ministro de Educación y el mismísimo Rey pretenden solucionar la catástrofe. Ahora quieren investir al profesorado con la orla de “autoridad pública”. A buenas horas mangas verdes. Leo por ahí “que los casos de agresión a estos funcionarios docentes sean tipificados como delitos de atentado y se aplique a los agresores los artículos 550 y 551 del Código Penal, que contemplan penas de uno a tres años de cárcel”. Oiga, que está muy bien la medida, oiga, que son ya años tragando el marrón de la falta de respeto, el insulto y la agresión. Al trullo con ellos. Vale. Me atrevo, sin embargo, a decir, que la medida no es suficiente. Puede que con ello se solucione un caso puntual de agresión: manda al agresor a la cárcel. Pero un caso puntual (o dos, o cincuenta) no soluciona el problema. La cuestión no está sólo en sancionar a los agresores, sino en implicar a todas las instancias educativas para que no agredan.
Los comportamientos que hacen papilla el funcionamiento “interior” de un centro, eso es lo que hay que sancionar. Esa tolerancia idiota que impide expulsar de clase (porque el profesor que expulsa es ‘inepto’), que impide expulsar del centro (porque la directiva que expulsa no es apta para una educación progresista), esa tolerancia imbécil que concede al alumno el extraño derecho del desplante verbal, del desprecio, de la guasa, del acoso, esas minúsculas agresiones constantes que se pegan a cualquier ámbito como una melaza, eso es lo que se carga la educación. Los padres, la sociedad y la legislación (que no impone un ambiente de aprendizaje) son los culpables. No los profesores ni los maestros.



UNA DE PARACELSO
JUAN GARODRI
(12-9-2009)


Cuando el Boeing procedente de Cancún sobrevolaba México, ningún pasajero sospechó que volaba en las entrañas de la paloma. Nadie excepto José Mar Pereyra que perpetró un intento de secuestro por revelación divina, con tres cómplices supremos: el padre, el hijo y espíritu santo. (Utilizo la minúscula porque la payasada del secuestrador elimina de los nombres todo vestigio teológico).
En vez de llamarse Pereyra y dárselas de predicador o de pastor, algo así, debería haberse llamado Teofrasto Bombasto, nombre por otra parte muy apropiado a aquellas latitudes. Era el nombre de Paracelso. Siendo profesor en Basilea quemó las obras de Galeno y Avicena, fue acusado de ensalmador, vagabundeó por Alemania y murió en Salzburgo en plena juventud. La literatura de fabulación hizo florecer en el siglo XVIII y XIX la teoría de los espíritus elementales de Paracelso. Pereyra ha captado la personalidad revolucionaria de Paracelso con su afán de revelación divina y su conciencia de apostolado. Pereyra no ha transformado el plomo en oro pero ha transformado en secuestradores a las personas de la Santísima Trinidad. Lo cual es muchísimo más difícil que la trasformación de un mineral en otro mediante procedimientos alquimistas.
No deja de sorprender que en el siglo XXI haya tipos como Pereyra. Si el mal del mundo se fundamenta, según Camus, en el “silencio de Dios”, ahora va y se nos aparece un tipo que afirma que Dios se le ha revelado. Día 09 de septiembre de 2009, 9-9-9 dígitos que, puestos boca abajo aparecen como 666, una referencia bíblica al Anticristo. O sea, que el tipo quería salvar al mundo, poco menos. Oiga usted, coja el petate y corra cuando vea que la boquita del salvador de turno expele humo soteriológico.
No todos tratan a Paracelso como mago y charlatán. Ezra Pound y su “Paracelsus in excelsis”. Pound (a pesar de su filofascismo) lo considera más como filósofo y buscador de Dios que como alquimista.
¿Qué por qué comparo al Pereyra con Paracelso? No sé, se me ha ocurrido al leer la patochada de la sociedad del predicador mexicano con el Padre, el Hijo y Espíritu Santo. Que Dios se le aparezca a un embaucador y le diga que secuestre a un Boeing 737 para que le permitan entrevistarse con el presidente, me parece más difícil que convertir el plomo en oro.
UNA DE INGLÉS
JUAN GARODRI
(5-9-2009)


Lo normal era que un alumno o alumna terminase sus estudios de Instituto sin saber inglés. No creo que hayan variado mucho las cosas. O sea, que los alumnos terminan segundo de bachillerato sin saber inglés. Me refiero al inglés hablado. Gramática sí. De gramática inglesa puede que sepan un montón. Y hasta es posible que hayan aprendido de memoria los cerca de 154 verbos irregulares ingleses, esas formas verbales impronunciables pero pronunciadas con fonética spanglish. En Selectividad, los exámenes de lengua inglesa eran escritos. Consistían en la típica traducción directa, la no menos típica traducción inversa y en los acertijos de las frases que omitían deliberadamente los tiempos verbales para cazar a los vainas que desconocían la conjugación. El profesor o la profesora intentaba pronunciar en inglés las frases del manual, pero aquellos sonidos no se le quedaban a nadie en la cabeza. Imposible distinguir entre el 'burnt' de 'quemado' y el 'burst' de 'reventado', por ejemplo. Frases aisladas, sin contextualizar, carecían de sentido. Últimamente aparecían pequeñas historietas a lo largo de los libros de texto con cierta voluntad de argumento unitario. Pero ni por esas. Los alumnos, y las alumnas, españoles siempre han sido negados para los idiomas. Desastre lingüístico. Los lumbreras que gozaban de capacidad expresiva en inglés eran admirados por el grupo estudiantil. Los demás, la mayoría, a la cola. Retrasados (mentales) por no saber inglés. Los españoles eran incapaces de asomarse a la modernidad que otorga el conocimiento del inglés. A la cola. Y aunque en la cola siempre había otro (Portugal, Grecia), no ocurría lo mismo en los países europeos.
Así que los españoles han decidido asomarse a la modernidad. Y ya que no hablan inglés, adornan sus frases con 'una' palabra inglesa. Y ya está. La publicidad es la impulsora de esta modernización lingüística. Acaban de enviarme un correo electrónico con una larga lista de anglicismos actuales. Pura guasa. Modernidad pura. Algunos: Desde que las insignias se llaman pins, las comidas frías lunchs y el personal saca el tupper-ware en vez de la fiambrera este país no es el mismo, ahora es muchísimo más moderno. Ya no hay sentimientos sino feelings, las mujeres no usan medias sino panties, y los hombres no utilizan calzoncillos sino slips. Estos cambios de lenguaje han mejorado mucho nuestro aspecto.
Yo antes de leer la lista no sabía si tenía stress o es que estaba hasta los cojones.
LA GRIPE A
JUAN GARODRI
(29-8-2009)


La Sanidad anda alarmada con la gripe A. No le falta razón. Durante estos últimos días se ha publicado la noticia de la muerte de varias personas en España a causa de ella. El problema, a mi modo de ver, además de sanitario, puede convertirse en un problema social de alcance insospechado. Si las cosas siguen así, nadie va a poder relacionarse con familiares y amigos, nadie podrá mostrar cariño a los seres queridos y la mayoría huirá de los afectados como en la antigüedad se huía de los leprosos.
Para evitar el contagio de la gripe A se recomienda no estornudar. Algo de difícil consecución. Porque a ver quién es el guapo que puede impedir voluntariamente el cosquilleo que precede al estornudo y el estornudo mismo. El aatchíiis salpicón es imprevisible e ingobernable. Sugiero que el sujeto propenso al estornudo lleve un letrerito en la solapa en el que indique la posibilidad de aspersión contagiosa. No se acerque, contagio.
También se recomienda no besar. A ver quién impide en las iglesias, por ejemplo, el besuqueo. Bueno, es que en el momento de poner en práctica el rito de la Paz, se destruye la liturgia fraterna si no hay besitos, muá, muá, entre los asistentes. O vigorosos estrechamientos de mano que, dicho sea de paso, también son contagiosos.
Dígame usted cómo va a vivir el personal si no puede viajar en autobús, ni en tren, ni en metro, ni en avión, ni en nada, porque en todas partes hay agarraderos que han soportado el peso de millones de manos. Millones de posibilidades de contagio. Los arriesgados entrarán al bar a tomar su cervecita porque el hecho de empujar la puerta supone que ya la han empujado miles de clientes tal vez afectados por el virus pandémico. Allí verá usted al gentío bebiendo a gollete porque los vasos tal vez no estén debidamente desinfectados. Las mascarillas se pondrán de moda. Y así como el gentío de otros tiempos usaba gorra para evitar el frío o el calor, así ahora los viandantes llevarán mascarilla para evitar la salpicadura nasal de los de enfrente.
Adiós a las aguas tranquilas del Mediterráneo. He renunciado al crucero que iba a hacer en septiembre. No soporto que un escáner de rayos infrarrojos, instalado en la pasarela, compruebe mi temperatura corporal. Por lo de la gripe A.



LA TDT Y EL PELO
JUAN GARODRI
(22-8-2009)

Los documentales de la TV2 están llenos de leones, de monos y de cebras que facilitan al gentío la digestión de la sandía y ayudan al sopor modorro de la siesta. Hay veces, también, que proyectan la vida y costumbres de colonias de buitres, leonados (gyps fulvus) y sin leonar, que se abaten sobre animales muertos para darse el hartazgo de carne muerta, que es lo suyo. Estos rapaces sobrevuelan a cientos la carroña, se abaten sobre ella, se la disputan ferozmente. Es la lucha por la vida. El que vence, come.
Los diarios de estos días le dan vueltas a la TDT de pago. Parece que ha sido un 'decretazo' tipo dictadura la norma legal que la ha posibilitado. Porque, según cuentan, se van al garete cerca de 17 millones de descodificadores que los españoles (los habitantes de España) habían adquirido para conectarse a la televisión digital. No sólo descodificadores externos. También los televisores de pantalla plana, con TDT incorporada, quedarán inservibles para la visión de la TDT de pago.
La suspicacia (que está generando una mala leche no sólo mediática sino también política y sin duda jurídica) viene de que justo al día siguiente de la publicación del decreto-ley que pone en marcha la TDT de pago, va Mediapro y anuncia la creación de “GOL-TV”. De pago. La patada en el culo a Prisa y Sogecable ha sido de las que tiran un penalti, con carrerilla y bufido. Porque la operación mediática del Gobierno supone beneficiar a Mediapro en perjuicio de Prisa.
Con su pan se lo coman. Como los buitres. Yo, desde luego, no pienso adquirir descodificador para la TDT de pago. Acepto la desgracia horrenda que va a cernirse sobre mí, sin solución. ¿Qué voy a hacer, desdichado, si no veo fútbol a diario? La liga inglesa, la francesa, la alemana, la italiana y hasta puede que la portuguesa y las ligas del Este. Los golazos, las lesiones, las entrevistas, la sabiduría de los periodistas futboleros, los kilos de los contratos. Voy a convertirme en una birria personal y en un despojo social por no contar con 'pay per view'. No solo de fútbol vive el hombre. Los buitres sí viven de carroña.
Lo lamentable es la gigantesca tomadura de pelo con que los mandamases quieren dejarme el cráneo rasurado, como a un Sansón afutbolístico.

ENFERMEDAD SOCIAL
JUAN GARODRI
(15-8-2009)


No tengas miedo. España se salva. Jueves turísticos, ferias medievales, conciertos musicaleros, festivales de teatro y festejos taurinos salvan a España. Las entidades menores, por no decir pequeñas, o mínimas, también los organizan. España entera bulle. Si bulle, va saliendo de la enfermedad.
Sin embargo, parece que España está enferma, no sé si enferma de traslado al hospital de la globalización o enferma imaginaria, con la maldad viperina de la esposa de Argón a quien le conviene que su esposo enferme y muera para poder heredarlo, según la guasa escénica de Molière (Rajoy vs Zapatero, por actualizar la cosa).
Pero sí, algo enferma está España. Quizá patinan mis neuronas y ocasionan que imagine a España desde la pura comedia. Devenida en tragedia, si bien se mira... Desde los abusos sexuales cometidos por/contra menores de edad, hasta la violencia de género; desde los parricidios hasta los asesinatos casi diarios; desde los incendios hasta los suicidios, una ola mayor que la de los 20 millones de la Once se extiende por España. Ocurren diariamente hechos trágicos que para sí los hubiera querido Sófocles para nutrir el parricidio, el incesto y la autoceguera de Edipo.
Los periódicos de cada día, como un pan nuestro duro e indigesto, ofrecen sin descanso hechos desastrosos, propios de una sociedad enferma. Las irrupciones violentas de la naturaleza no constituyen una enfermedad. Los actos violentos de los hombres sí diagnostican la enfermedad social. Es sobrecogedor (a mí me quedó conmocionado), por ejemplo, que una mujer asesine a su madre y a su propio hijo, de tres años. O que un hijo asesine a su madre y a su hermano bebé y prenda después fuego a la casa. ¿Qué mariposas negras aletearon en esos circuitos cerebrales empeñados en aniquilar la propia sangre?
Más enfermedad. Las aberrantes declaraciones de los mandamases, zarandeados por una deriva incontrolable, ahondan la fractura de los principales partidos políticos ocasionando la liberación de un virus antidemocrático funesto. Los trajes, los bolsos, las anchoas, los múltiples casos de corrupción, el aprovechamiento del cargo en beneficio propio, las acusaciones de inquisición siglo XXI, los espionajes, las escuchas ilegales, en fin, las injurias e infamias que unos a otros se atribuyen, golpean la credibilidad de la ciudadanía con el bate de béisbol del asco político. Es una enfermedad virulenta propagada para arrebatarse votos.
Conseguirán que en las próximas elecciones vaya a votar su padre.
CORBATA DE SEDA
JUAN GARODRI
(8-8-2009)


Un tipo que lleva corbata de seda es muy importante. Digo yo que llevaría corbata de seda. Que es muy importante lo afirmaría él, deduzco, con la rotundidad orgullosa de quien se sabe eso, importante, ese engreimiento del que se cree im-por-tan-te, tal vez porque antes ha sido nada.
No sabes con quién estas hablando, tú no sabes quién soy yo. La corbata de seda le ondula el rostro, le acariciaba la pequeña roseta de altanería, ese make up chulesco y rojizo que colorea la mejilla del poseído de si mismo. El agente de policía, un desertor del arado, sin duda, no es importante. Por eso el asesor ejecutivo en el Ministerio de Economía y Hacienda, no soporta que un personajillo que no es importante (los agentes de policía no son nadie) lo multe porque él, tan importante, comete una infracción de tráfico en Alfaro. El personaje importante no está sujeto a la ley tal como lo están los millones de españoles que no son importantes. Unos pardillos que tienen que tragar la ley de tráfico por cojones.
Yo soy uno de éstos. Pardillo. Los agentes de tráfico me han multado alguna vez que otra. Entre Valladolid y Peñafiel, la última. No respeté la prohibición de circular a más de 80 en un cruce de esa vía. Los 100 kh de mi velocidad de crucero me costaron 150 euros y dos puntos. No me molesté en protestar ni en justificar mi conducta ante el agente de tráfico. ¿Para qué? Yo no soy importante. Agaché las orejas y el agente me multó muy amablemente, con saludo de rigor al detenerme y al despedirme, porque al fin y al cabo él sólo se limita a cumplir la ley sintiéndolo mucho, dijo.
Si yo hubiera llevado corbata de seda y traje de Arman, si yo hubiera sido asesor de Elena Salgado, cargo sin duda muy importante, quizá me hubiera permitido el lujo de dirigirme al agente de forma despectiva o de haberle espetado que quién se creía que era, que no era ni siquiera agente de la autoridad, que no era más que un puñetero policía, un simple funcionario malpagado. Pero no. Yo no soy asesor ejecutivo en el Ministerio de Economía y Hacienda ni llevo corbata de seda. Llevo solamente en el asiento trasero mi portátil y unos libros.
MENORES
JUAN GARODRI
(25-7-2009)

Mucho, muchísimo más que los bolsos de Rita Barberá, los trajes de Camps y las anchoas de Zapatero. Estos son chismes de mal rollo, indudablemente, pero sobredimensionados por los políticos y 'sus' Medios afines para acosar y derribar en lo (im)posible al contrario y llevarse la presa mayor en el safari cinegético de los votos, que a fin de cuentas es lo que importa y lo demás son historietas de Stieg Larsson, esos hombres que no aman a las mujeres.
Repito. Me interesa más que la política, y me sobrecoge y me perturba, el hecho de que chicos menores de edad violen a chicas menores de edad. No quiero decir que no me perturbaría el hecho de que menores violasen a mayores, que hay mastuerzos que entienden al revés y encima afilan el lápiz basto de la majadería.
Porque si hay pandemia por las 850 muertes causadas por la gripe A en todo el mundo, díganme ustedes qué pandemia gigante (no sé si encaja el término) no habrá en el mundo cuando, si se atiende sólo a Estados Unidos, un 15 % de la población sufre agresiones sexuales (es decir, más de 45 millones de personas) y de éstos el 12 % son menores (es decir, más de cinco millones). ¿Acaso no es una pandemia terrorífica la agresión sexual?
Por otra parte, las estadísticas de probabilidad que ofrece el Departamento de Justicia de EE.UU son aterradoras, por sorprendentes e impensadas (los principales noticiarios sólo permiten que pensemos lo que ellos quieren que pensemos): uno de cada 20 violadores pasarán un día en la cárcel, y 19 de cada 20 quedarán libres. Se me nubla la vista, créanme, y una cruda jaqueca oftálmica me trepana las sienes de la indignación.
En España, cuando todavía colea jodidamente el caso 'Marta del Castillo', se produce la violación de las menores de Isla Cristina y Granada. Y los violadores son menores. Consternación. ¿Cómo somos tan gilipollas de considerar progresista la vigente Ley del Menor permisiva con algunos bicharracos (menores, eso sí) a los que otorga la posibilidad de cometer delitos? En ello andan liados psicólogos, sociólogos y educadores, qué risa, para concluir que en la juventud actual existe una gigantesca carencia de valores. Nuevo Mediterráneo descubierto.
Ya me adelanté a estos tiempos cuando reflejé esa carencia en mi novela “La blanca doble”. Y me colgaron de la demagogia.
NADAL Y EL TAMIFLÚ
JUAN GARODRI
(18-7-2009)

Rafael Nadal ha perdido el número 1 del 'ranking'. Entre lesiones y disgustos familiares (separación de sus padres) el genio del tenis no “vende”. El otro día, en la retransmisión de las eliminatorias de copa Davis en Marbella, el locutor pronunciaba con velocidad revolucionadamente fuerte lo del premio de 6.000 euros y tal llamando a no sé qué teléfono, y anunciaba bajito la publicidad de los relojes time force, y apenas se oía, si lo decían, lo de 'Nadal edition'. Federer en el candelero. Ha conquistado nuevamente el número 1. Todos sus triunfos, sus números de grandes 'Slams' ganados. Ha superado a Sanpras, a Ivan Lendl, a Bjon Borj. El mejor. Federer no había olvidado jugar excelsamente al tenis. Los medios lo tenían silenciado. Nadal no ha olvidado jugar extraordinariamente al tenis. Ahora lo tienen silenciado.
¿Qué interesa a los Medios, las geniales cualidades deportivas de cada uno de ellos o lo interesante es la cantidad de espectadores que “mueven”: aumento de cuota de pantalla , aumento de tarifas publicitarias y aumento de ganancias que, en consecuencia, es lo que importa?
Hay otra noticia de más hondo calado que lo del tenis. Me desconcierta totalmente. La directora de investigación de vacunas de la OMS asegura que todos los países necesitan vacuna contra la pandemia de gripe AH1N1. Pandemia. Horror. Todos los países a comprar vacunas. Tamiflú la salvación.
Me parece extrañísimo que el sarampión o la neumonía, por ejemplo, no sean declarados pandemia. Matan a unos diez millones de personas al año. Y los muertos no se 'anuncian' individualmente ni en prensa ni en televisión. Resultaría informativamente incorrecto que los noticiarios nos aburrieran con la muerte diaria de esos diez millones de personas.
Mi extrañeza reside en que se conceda “tanta” importancia a la siniestralidad por gripe A (AH1N1) cuando no llega, por ahora, ni al 0'5% de las víctimas de la gripe común que mata más de medio millón de personas cada año en el mundo. Los Gobiernos de España, Francia, Alemania, el Reino Unido, todos, adquieren millones de dosis antivirales de Tamiflú. ¿A qué se debe ese espíritu desaforadamente salvador? Quizá Gilead Sciencies Inc -de la que es accionista Donald Rumsfeld, ex secretario de defensa de los Estados Unidos- y las farmacéuticas Roche y Relenza, con su Tamiflú y sus ingresos multimillonarios, tengan la respuesta.
DISTORSIÓN
JUAN GARODRI
(11-7-2009)

Se retransmiten las imágenes. Se publican las noticias. Imágenes y noticias pueden deformarse intencionadamente para ensalzar o menoscabar, según.
Los príncipes de Asturias presidieron en Soria, el día 3 de julio, la inauguración de curso de la fundación Duques de Soria (FDS). La entrada del edificio Tirso de Molina, sede de la Fundación, estaba acordonada. Según pude apreciar, había más agentes de seguridad que personal aclamante. Sin embargo, horas después, la imagen que ofrecían los telediarios era la de una multitud que aplaudía enfervorizada. Nada más alejado de la realidad. Las pocas personas allí congregadas contemplábamos con curiosidad a una doña Leticia excesivamente delgada y a un don Felipe apuesto y sonriente. Dentro del círculo acordonado se hallaban los ‘cámaras’ que grababan el evento. Para mi sorpresa, la mayoría o alguno de ellos, no grababa con la cámara al hombro, sino con la cámara a la altura del vientre. De esta forma, aparecían en la imagen las personas situadas en primera fila y algunas manos levantadas de los de la segunda. Un truco fácil para sobredimensionar la realidad. Distorsión.
Valverde del Fresno, preciosa localidad del norte de la provincia de Cáceres (lo visito con frecuencia), ha sido noticia estos días a nivel nacional. En el periódico ‘El Mundo’ se publica lo siguiente: «Macabra memoria histórica. En Valverde del Fresno se aprovecha el dinero del ‘Plan E’ para levantar tumbas del cementerio y arrojarlas a un camino». En Villasbuenas de Gata, sin embargo, se exhuman restos de personas asesinadas, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, para darles un enterramiento digno. En el bar de Nino, tomando unas cañas, el alcalde de Villasbuenas, hombre fornido y bonachón, me enseña un plano rudimentario de situación que señala el lugar donde creen que se encuentran los restos. «Hay que rescatarlos y llevar los restos al cementerio para que tengan la dignidad que merecen».
En Valverde no. En Valverde del Fresno los restos van del cementerio a la cuneta. Todo al puto revés. Me cuesta creerlo, la verdad. ¿Es ésta la realidad? ¿La inconsciencia del Ayuntamiento se ha gastado los 55.000 euros del Plan E en desenterrar a sus muertos y arrojarlos al Valle de las Huertas, «a escondidas y sin conocimiento alguno de las familias»?
A juzgar por las imágenes publicadas, este hecho macabro no es una distorsión de la noticia. ¿O lo es?
LA DONNA
JUAN GARODRI
(27-6-2009)


A principios del siglo XVI, un desgraciado abandona su Chipre natal y se lanza a correr mundo para buscar Fortuna. Cuando está a punto de palmarla, se le aparece Fortuna. La diosa. Pero nada de revolotear con los ojos vendados, con un pie sobre una rueda y el otro en el aire, tal como la representan los artistas, no. Se le aparece en todo su esplendor y le dice, así por las buenas, que está dispuesta a concederle lo que le pida. Y él, como tonto, elige la riqueza. Y la caprichosa Fortuna va y le concede un saquito en el que siempre hallará dinero. “Fortunatus” ha dado lugar a una saga de narraciones populares en casi todos los países del oeste y norte de Europa.
¿Qué dedo de Fortuna ha tocado la frente de Berlusconi? El saquito de Berlusconi está repleto de negocios (televisión, edición…), todo más o menos revuelto en un conglomerado que ha lucido nombres diferentes y que ahora se ha asentado en el poderoso “Mediaset”. Y por si fuera poco, es señor del A.C. Milan y dueño de Kaká, aunque ya no. Así que el saquito de Berlusconi está repleto de dinero (Según “Forbes” es el hombre más rico de Italia).
Lo que me sorprende, sin embargo (toda persona emprendedora, que se dice, puede conseguir riqueza y lujo a porrillo, ahí está el ejemplo de Florentino Pérez, con su saquito a reventar, como si Fortuna lo hubiera señalado con el castigo insoportable de poseer dinero a espuertas, y con la presidencia de un Madrid F.C. intersideral y una vez más galáctico), lo que más me sorprende de Berlusconi, repito, es que además de su saquito lleno ‘de todo’, Fortuna le haya concedido el don de la política. Que ya es guasa por parte de Fortuna. Tres elecciones seguidas ha ganado. Y los electores italianos no advierten el roto de su saquito, al contrario, se lo cosen y miran para otro lado. Porque es un buen roto el que le ha hecho Patricia D’Addario, prostituta de alta cama, que pasó noches en la residencia de Cerdeña, y ahora va y denuncia a Berlusconi porque no le paga. «Io non mai pagato una donna», exclama don Silvio, orgulloso de excitarse con el placer de la conquista.
Mientras, nubes de chicas adolescentes sobrevuelan las noches de Villa Certosa como ángeles desnudos y bellos.
VELOCIDAD
JUAN GARODRI
(20-6-2009)

Guillermo de Torre, uno de los impulsores del vanguardismo, escribió en la «Gaceta Literaria», junio de 1930, una lista con los nombres de los movimientos de vanguardia. Entre ellos se encuentra el ‘Futurismo’ junto a su fundador, Filippo Marinetti. El estudioso de los movimientos de vanguardia sabrá mejor que yo que el futurismo fue un movimiento subversivo: proclamaba el supremo coñazo que en términos no sólo literarios, también sociales y artísticos, producía la civilización occidental. Un aburrimiento, un hastío y un cansancio insoportables. Así que Marinetti no se anduvo por las ramas y proclamó el 20 de febrero de 1909 que «el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad». Después añadió todo aquello de que un automóvil lanzado a toda pastilla es más bello que la Victoria de Samotracia, esa hermosa escultura de un cuerpo de mujer alado, semidesnudo, sin cabeza, con pliegues abundantes tapándole los muslos. No sé qué hubiera pensado Marinetti si llega a conocer los prototipos de la Fórmula 1.
Pero vamos a la velocidad. Me gusta. Lo que me sienta como una patada en el escroto es el abuso de la velocidad, abuso del que hacen gala muchos motoristas domingueros émulos de Valentino Rossi y de Jorge Lorenzo. Hablo de hechos que observo con frecuencia cuando viajo a la Sierra de Gata (Ex -109). Tramo de Moraleja a La Fatela. Cientos de curvas. Bien.
Los motoristas domingueros te adelantan sin contemplaciones (supongo que serán algunos, no todos). No existen las líneas continuas. No existe el límite de velocidad. El tramo de “El puerto de Perales” (transcurre desde la Fatela hasta la provincia de Salamanca) se convierte en un Montmelò divertidísmo, con cientos de curvas y rampas de hasta el 9’5 %, como si los aficionados a pilotos realizasen sus entrenamientos libres, con sus monos de cuero, sus cascos modulares Caberg, sus botines Xtreme de Diadora, sus guantes de RacingBoutique, una maravilla de equipamiento, y sus máquinas de 500 cc, o más, balanceándose de derecha a izquierda en un bamboleo excitante y peligroso. Y yo en mi coche, soportando las rapidísimas pasadas, con un acojonamiento que oscila entre la admiración y el juramento en hebreo.
Para Marinetti, el pobre, la velocidad de los vehículos de su tiempo no sobrepasaba los 100 kh. No tenía ni idea del riesgo mortal de la belleza.
PÍLDORA POSTELECTORAL
JUAN GARODRI
(13-6-2009)


Puede que alguien esté hasta el mismísimo forro. Comentarios y debates han rellenado, desde el pasado domingo, pantallas y páginas. Ha sido como una píldora postelectoral para evitar el embarazo de los votos ganadores y/o perdedores. Unos por más, otros por menos (poca diferencia, la verdad). Estamos buenos. Los españoles estamos buenos.
Hace poco tiempo, la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, comentó a la titular de Defensa, Carme Chacón, al término de su intervención en la sesión de control al Gobierno en el Senado, que «entre la píldora postcoital y la gripe A, estamos buenas». Las cámaras lo captaron y, como suele ocurrir, la bobada se transmitió a toda velocidad, dando más importancia a la frasecilla que al fondo del asunto.
Algo así ha ocurrido después de las elecciones al Parlamento Europeo. Dejando a un lado el hecho de significar quién ha ganado o quién ha perdido, que a mí me importa un pito, sí quiero comentar algo escasamente debatido en los comentarios de los expertos.
Primero. No comprendo a qué viene tanta algarada electoral (la campaña organizada por Leire Pajín —simpático apellido— ha sido desastrosa). Rajoy sostiene que los españoles han votado al PP. ¿Los españoles? ¿Todos? El resultado de las votaciones europeas en España ha sido el 46%. De éste, 6.615.015 españoles, la octava parte de los posibles votantes, es decir, el 42’23 % del 46% ha votado PP. ¿Ese porcentaje inferior con mucho a la mitad de los españoles constituye “los españoles”?
Segundo. La reflexión acerca de las elecciones europeas debería centrarse no tanto en el resultado de las votaciones (debates, informativos y demás triquiñuelas), sino en la cruda abstención de los ciudadanos. ¿Por qué el gentío se abstiene? ¿Por qué la mayoría del personal no acude a depositar su voto en el canalillo de las urnas? ¿Por qué la mayor parte de los ciudadanos da la espalda a los políticos (y políticas) con la indiferencia recalcitrante del que se echa aire con un abanico? ¿Por qué se considera la democracia (ejercicio del voto) como una flatulencia corrupta? ¿Son los políticos culpables de la abstención en Europa?
De aquí debería partir el verdadero ejercicio reflexivo postelectoral. Lo demás son cuentos de Calleja, disimulados entre los colorines de esa Europa que nos va a hacer más libres, más grandes, más solidarios, más esforzados para superar la crisis y más incautos.



BLOGS
JUAN GARODRI
(6-6-2009)


Pues mira tú, que con lo del blog el personal se hace tan interesante y se le infla el ego con el aire de la petulancia. Me dice el cagaleches que si voy a votar en las europeas. Le digo que no y me responde con la estupidez de siempre: «pues luego no te quejes». Como si el hecho de votar elevara a la categoría de preferencias deseables tu opción a la queja. Y aunque fuera así tampoco te harían caso. Lo que interesa al ciudadano de a pie, puestos ya en plan urbanita y acerero, es que el ayuntamiento de su localidad o la Junta que gobierna su comunidad autónoma solucione esos enmarañados problemas institucionales que cada uno tiene de vez en cuando. Pues no, no los solucionan. Andan con lo de la Interacción de los Pueblos, la Alianza de Civilizaciones, la Igualdad y la Noviolencia (todo junto lo escriben), la Libertad personal de la Mujer (aunque tenga 16 años, que no sé yo si es mujer aún, bien que el aumento de las hormonas femeninas provoque el desarrollo de los senos y el vientre, pero esa transformación la sufre el cuerpo femenino después de la pubertad y sigue siendo el de una niña, a ver si a esa edad son consideradas ‘niñas’ si sufren una agresión sexual y son consideradas ‘mujeres’ si se embarazan), en fin, decía que el hecho de votar no te da patente de protesta.
Haz la prueba. Preséntate en una institución y dices al funcionario o funcionaria, más bien funcionaria, que no estás de acuerdo con la cuantía de la tasa de recogida de basuras, por ejemplo. ¿Y qué?, dice la funcionaria, y tú: pues nada, que como he votado pues vengo a quejarme. Y va la funcionaria y se levanta y te ofrece una silla.
Yo, para quejarme, utilizo el blog. A sabiendas de que mi queja caerá en la infinitud del vacío, un vacío de cerca de 90 millones de blogs que conforman la blogosfera (según Dave Sifry), me transformo a veces, no mucho, la verdad, en un blogata desconocidamente humilde que lanza a la inmensidad del espacio bloguero el granito de arena de su queja. Pero como si nada. La mayoría de los respondones lo consideran una chorrada, que más me valiera irme a espárragos que escribir despropósitos.
Y para eso está el blog. Para que la meada mental (opiniones) fluya.
DE BEOCIOS Y LELOS
JUAN GARODRI
(30-5-2009)

Si ustedes prefieren el pudor léxico, puedo decir retrasados y retrasados mentales; utilizo lo de gilipollas para darle cuerda al DRAE. Bien. Dentro de la especie humana española (supongo que en otros países también) se diferencian dos tipos, entre otros, no claramente diferenciados: los gilipollas y los gilipollas mentales. Los primeros piensan poco, y este poco lo absorben de las informaciones televisivas, púlpito actual, una vez conseguida, o casi, la laicización social con la subsecuente eliminación de sermones y homilías de iglesia. Los segundos piensan más, ya por sí mismos (la minoría) ya influidos (la mayoría) por otros pensadores que les calzan ideas descubridoras de mediterráneos políticos. «En mis manos levanto una tormenta / de piedras, rayos y hachas estridentes / sedienta de catástrofes y hambrienta». Miguel Hernández. Puro reflejo del discurso de Rajoy quien, según Zapatero, se dedica al pesimismo, la desilusión, el tremendismo y las ganas de tumbar al Gobierno para que éste no presuma de esperanzas dúctiles. Alguna cadena televisiva, involucionista, conservadora y retro, al decir de sus contrarios, asegura en sus debates (y en los ‘correos’ que aparecen en la parte inferior de la pantalla) que ZP es la perdición y el hundimiento patrio. Alguna cadena televisiva, evolucionista y progre, asegura en sus debates y en su prensa afín, al decir de sus contrarios, que Rajoy es un predicador medieval, profeta de ruinas y pestes sociales, visionario de desgracias. Excluyo a Zapatero y a Rajoy del grupo de gilipollas. Incluyo en ellos a sus oyentes y partidarios. ¿En qué grupo de taxonomía social podemos incluirlos? En el de los simplonamente gilipollas o en el de los crédulamente gilipollas mentales? En quaestio. He ahí el problema. Difícil solución. Porque ambas tipologías son aficionadas a fruncir telas con la aguja de navegar cultos, que dijo Quevedo.
Por su parte, la Justicia, esa dama de ojos tapados y clámide al viento, se lo pone difícil a los agilipollados. No solo el topetazo tonante del Constitucional contra el Supremo en el caso de “la lista letal” (ABC) de Alfonso Sastre, sino en las sorprendentes sentencias que culpan más, desde el punto de vista penal, al que fotocopia una página de un libro, por ejemplo, que al que te pega una paliza por impedir el acoso sexual a tu novia (la reproducción sería delito con pena; la agresión sólo una falta).
TONTILOQUISMO
JUAN GARODRI
(16-5-2009)

Cada jueves concertamos el nombre del bar al que vamos a ir a tomar unas copas antes de comer. Y no fallamos. Los cinco. Se habla de todo. De la nueva gripe y de la solidaridad y cohesión que Zapatero propone como solución a la crisis. Saboreando un tempranillo de Ribera del Guadiana, me dice un amigo, oye, listo, ¿sabes de dónde viene tontiloquismo? No, le digo, lo oigo por primera vez. Pues viene de tonto y de loco, dice, que así están de majaras los muchos que forman parte de los debates. Innumerables debates. En radio, en televisión, en Internet, todo el mundo debatiendo, que ya es el colmo, tío, la depreciación de la palabra, que nunca ha valido menos. Se habló del triunfo del Barça, cómo no, y del servilismo de RTVE que ocultó la pitada al rey y al himno.
Llegado que llegué a casa, pensé en el significado de tontiloquismo y, como no me convenció la aplicación etimológica de mi amigo, me propuse encontrar otra más convincente. Ya se sabe que las posibilidades combinatorias del lenguaje ofertan la creación de nuevas palabras. El léxico es algo vivo que se renueva constantemente según las influencias que admite. Tontiloquismo. Acertado. Al menos para mí, en el sentido que le atribuyo. Es decir, palabra compuesta de ‘tonti’ y ‘loquismo’. Evidente. Tonti es hipocorístico de tontuna, o tontería, y loquismo es derivación léxica de ‘loqui’, infinitivo del verbo latino loquor, que significa hablar. De manera que el tontiloquismo viene a ser algo así como hablar de tonterías. Pero no tonterías de las que canta el tipo que va perdiendo aceite, sino hablar de tonterías que los circunlocutores, al marear la perdiz, toman por cosas tan serias como la solución de la crisis, por ejemplo, o la ocultación del himno. El vacío mental del gentío intenta llenarse con opiniones ajenas, en vez de procurar ideas para formarse una opinión propia.
Es cansina la insistencia de los medios por incitar al personal a manifestar su opinión. “Si llama al cuatro cuatro no sé cuantos siete cinco, o manda un SMS, muestra su opinión en el reborde inferior de la pantalla y puede ganar seis mil euros”, le dicen.
Ni el éxtasis por Laura libró a Friedrich Schiller de afirmar que «la verdad no está fuera, allí la busca el necio; está en ti, tú la produces eternamente».
CABREO SORDO
JUAN GARODRI
(2-5-2009)


Ando decrecido en medio de una causa perdida. La de los datos. De cara al exterior, la intimidad individual se asienta en los datos. Tus datos son tu afirmación. Uno es nadie si carece de esa minúscula y tibia alcoba de los datos personales. Uno encuentra en ella su protección. Si se derrumba la concavidad protectora de tus afirmaciones, te diluyes en la nada. Tu lugar y fecha de nacimiento, el nombre sagrado de tu padre y el de tu madre, tan entrañables. Y más datos, si estás casado o soltero, divorciado, separado o emparejado, si viajas al extranjero o veraneas en el Pirineo aragonés, si tienes dos hijos y dos hijas, o uno y una, o ninguno, tu profesión, tus aficiones y la marca del coche, dónde trabajas, qué categoría profesional es la tuya, de qué poder adquisitivo disfrutas. Todos tus datos, toda tu intimidad volando por ahí, toda la amplitud de tus obsesiones, de tus aficiones, de tus devociones, de tus adquisiciones, todas las cicatrices de tus apegos y fidelidades, toda la interioridad de tus desvaríos, todos aparcados en las bases de datos de no se sabe quién, diseminados en las agendas de cientos de casas comerciales, tus datos en el aire, y tú con el culo a las goteras, quién coños ha difundido mis datos, quién ha negociado con ellos, quién ha sacado tajada de ese rastro de mí mismo, ese rastro a veces doloroso que he ido dejando a lo largo de la vida por las covachuelas oficiales, por los garitos institucionales, por las agencias y organismos, qué hijo de madre ha comerciado conmigo.
Ay, es causa perdida. Detener el vuelo carroñero de mis datos es una causa perdida. Y que no me vengan con la protección de la intimidad, y todo eso, instituida desde los organismos oficiales. De poco vale. No hay día en que no reciba información de productos inimaginables, incluso estúpidos. Cientos de folletos informativos tentando mi bolsillo para que adquiera belleza, sabiduría, cultura, música, salud, acciones en bolsa, vacaciones, viajes baratísimos, fondos de inversión, jamones, portátiles y televisores LCD.
(Así que he colocado junto al buzón una papelera y he jurado, ante el altar de la exasperación, coger con dos dedos, como quien coge una rata, toda la diaria publicidad que reciba y arrojarla a su fondo. Sin ni siquiera mirarla, claro).
BELLEZA
JUAN GARODRI
(25-4-2009)


No pienses, lector conspicuo, que me ha dado el subidón estético. Ya lo han hecho otros, en todos los tiempos. Desde Platón (en su «Hipias mayor»), se ha planteado la pregunta de qué es lo bello. Y Platón, con todo su socratismo a cuestas, fue incapaz de responderla. Gorki pensó que en la naturaleza no hay belleza porque la belleza es algo creado por el ser humano. La naturaleza presenta una belleza real, no representa una conceptualización de la belleza. Lo bello es objetivo e independiente de la conciencia humana. Lo que depende del ser humano es la valoración de ‘esa’ belleza. Y puestos ya a citar, en plan erudito fagotizador, pues coloco en el cazo a Brecht que negaba la existencia de la belleza artística, y también de la fealdad, y así protegía su estética marxista y, al mismo tiempo, se curaba en salud para que los tomatazos de McCarthy no tiraran de la silla el desorden ininteligible de un mundo donde todas las relaciones son falsas.
Esa falsedad de las relaciones sociales (socializar, se dice hoy) es elevada actualmente a la enésima potencia por los grandes distribuidores de la belleza. Se equipara belleza a juventud. Solamente eres bella si pareces joven. No se expone la ecuación juventud igual a belleza, o al revés, lo cual que siempre ha sido así, lean ustedes si no los famosos sonetos de Garcilaso o de Góngora sobre el tema, sino que las multinacionales de la crema pretenden que la mujer siempre parezca bella, aunque no lo sea, que parezca joven aunque no sea joven. Las revistas de moda, salud y belleza insisten en la publicidad de cremas antiarrugas, de cremas reafirmante, hidratantes y protectoras de la piel, de cremas tonificantes y recuperadoras de la elasticidad de la piel, de cremas que proporcionan agradable sensación de bienestar en la piel, aplanadoras para el vientre y aparatos vibrotécnicos. Se utiliza la cirugía estética para realzar los senos, resaltar los labios y eliminar la celulitis. Es la suplantación de la belleza. Hay una apariencia de belleza. No hay belleza.
Y van ahora los científicos del CSIC y presentan un complemento alimenticio natural (un elixir de la juventud), que concentra en una cápsula los beneficios de la ingesta de 45 kilos de uva tinta. Lo cual que eliminaría el riesgo de accidentes cardiovasculares.
Increíble. Sanos y bellos hasta la muerte.
FRASES DELEBLES
JUAN GARODRI
(18-4-2009)

Según dicen, dijo Talleyrand: la palabra nos ha sido dada para ocultar el pensamiento. Y según Buda: como flores hermosas, con color pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas. Se entiende. Lo que no entiendo es por qué Bernat Soria, en su despedida ministerial, largó frases como el que larga la meada perfecta. Viene a comparar a los ministros con Jesucristo. Y así como Cristo fue recibido con ramos de palma y gritos de júbilo el día de su entrada en Jerusalén, así los ministros son también recibidos jubilosamente el día de su presentación oficial. Después les vendrá la tortura y los vía crucis. Algo así dijo el señor Bernat, él sabrá por qué.
La Sexta también largó cuerda estos pasados días de Semana Santa. Vino a decir que la policía detiene a Jesucristo en el huerto de los Olivos, naturalmente, todo era guasa, broma y cachondeíto fino, porque la Sexta arremete de vez en cuando, siempre en plan de broma, claro, porque sólo es un ‘intermedio’ entre la trascendencia y el entretenimiento, que se queda algo escaso con la diversión del fútbol. El éxito de Wyoming (¿lo tiene?) se debe al pan crujiente de la Montañés y de la china de Utrera. Fútbol gratis. Cachondeo gratis. Agnosticismo gratis. Que ya hubo semanasantas crudas con Franco.
Chaves dijo que Griñán será un buen presidente. Supongo que fue otra broma verbal. Normalmente, se piensa que los presidentes son buenos. No hacía falta que Chaves colocase a Griñán en la bondad. La dicotomía entre buenos y malos queda excluida, faltaría más, porque en caso contrario los presidentes no serían presidentes sino conserjes (con el debido respeto a los conserjes).
La broma verbal más pútrida ha sido la largada de Berlusconi cuando la horrible tragedia de los terremotos en los Abruzzos. Con un tumefacto sentido del humor, va y dice: Se puede considerar que están en un día de camping (por las tiendas de campaña).
Finalmente, leo en Internet: «Razonamiento muy simple. 1. Dejad que todos los hombres que se quieran casar con hombres, lo hagan. 2. Dejad que todas las mujeres que se quieran casar con mujeres, lo hagan. 3. Dejad que todas las que quieran abortar, aborten sin limitaciones. 4. En dos generaciones, ya no quedarán socialistas».
Muy fuerte, ¿no?
DESTINO
JUAN GARODRI
(4-4-2009)



El destino es un concepto pérfido, desleal. El hado y suerte de cada uno, dice Covarrubias. El destino te da la espalda y ahí te pudras, si es que los conceptos pueden dar la espalda. Es complicado esto del destino como concepto. Es la deconstrucción, en el sentido que le otorga Jacques Derridà. Consiste en mostrar cómo se ha construido el destino a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas, mostrando que lo claro y evidente dista de serlo. Tal vez por ello tuvo tanta repercusión literaria en el siglo XIX “Las desventuras del joven Werther”, la novela de Goethe con imitaciones surgidas en toda Europa. Y hasta hubo también un Werther femenino, «Werthérie», de P. Perrin en 1791. El destino en juego. Aunque aquí, naturalmente, Goethe trata de la sentimentalidad del destino, no de su fatalidad, aunque a nosotros nos parezcan entrelazados el sentimiento y lo ineludible. Werther se destruye a sí mismo en el doloroso conflicto entre pasión y realidad. Pero la novela expresa mucho más que el destino individual del autor. Werther encarna, en general, la fatalidad de un carácter cuyo sentimiento se exalta y encierra en el subjetivismo. No es sólo el problema de un amor desgraciado sino el de la juventud que se deja arrastrar por el sentimiento.
Hoy podemos, tal vez, equiparar algunos aspectos sociales con la trama lírico-sentimental de Werther. El problema de los embarazos no deseados (que ha hecho saltar las alarmas del inconformismo antiabortista contra la ‘nueva Ley del aborto para 2009’) sacrifica la moralidad en aras del goce de las posibilidades sexuales, ilimitadas en tanto no se realizan. Sobretodo si se tiene en cuenta que, además de los tres supuestos para abortar que admite la ley actual, quizá se incluya un cuarto supuesto que contemple en el bajo nivel socioeconómico un motivo más para poder abortar dentro de la legalidad. Aquí queda el mundo al revés: cuanto más pobre seas, más facilidades encontrarás para abortar. Leí el otro día una pintada (supongo que escrita por ricos cabreados): «Sé pobre y folla, protegerán tu aborto».
Si el “Sturm und Drang” se opone a la ilustración alemana y constituye el precedente del Romanticismo (de ahí salió la novela de Goethe), el destino de la sociedad actual se opone a la normativa ética y constituye un paso escalofriante para la instauración del subjetivismo moral más feroz.
PERÍFRASIS
JUAN GARODRI
(28-3-2009)


La corrección política ha puesto en circulación una jerga eufemística que deja en mantillas las perífrasis de Cervantes. Cervantes las utiliza para ridiculizar el disparatado lenguaje de los libros de Caballería. El lenguaje político las usa para enmascarar los tabúes sociales. «Apenas los pequeños y pintados pajarillos con sus arpadas lenguas habían saludado con dulce y meliflua armonía la venida de la rosada Aurora…», etc. Guasa. Cervantes describe la venida del día, la aurora, con exageración literaria y retranca perifrástica. Los políticos utilizan la perífrasis para enmascarar lo que el progreso, digamos, considera innombrable, y ensalzan con palabras lo que no requiere ensalzamiento. ¿Saben ustedes, por ejemplo, qué es una «estación municipal de recogida, almacenamiento y reciclaje de residuos sólidos urbanos» (RSU)? Una perífrasis de jerga política. Las neuronas de alguna mente privilegiada, esas que florecen en los despachos institucionales, debieron de cavilar en beneficio de la belleza lingüística y, en consecuencia, ordenaron al concejal de mantenimiento y medio ambiente que desechara la palabra «basurero». A quién se le ocurre, mande usted retirar inmediatamente el rótulo. Basurero no produce subidón político. Y en lugar del basurero apareció lo de estación municipal de almacenamiento y reciclaje de residuos sólidos urbanos. Así las basuras parecen menos basura. La palabra ‘basurero’ borrada del mapa. Pero las palabras no son sucias. Simplemente designan objetos, o conceptos. La palabra es de pureza diáfana. La suciedad está en la mente, no en la palabra que nombra lo sucio.
Hay otros eufemismos, más o menos perifrásticos, utilizados por la jerga política para designar personas, situaciones u objetos. Viejo. Persona de mucha edad. Le han inventado eufemismos para tapar las arrugas. “Los Mayores”, dicen por ahí. No se cae en la cuenta de que ‘mayor’ es el comparativo de pequeño, un término relativo, porque una persona de veinte años es mayor que una de quince, y una de cincuenta mayor que una de treinta. Y no son “mayores”. Los políticos se han apropiado de la palabra para alegrar con ella a los viejos. Qué decir de “tercera edad”. El eufemismo es desproporcionado. Vejez es una palabra digna, enraizada en el castellano. Los políticos se las arreglan para que los viejos se avergüencen de su nombre.
Tal vez el temor a la muerte haga que ésta se considere lejana si a la persona consolidada en la vejez no la llaman vieja.
CONFERENCIAS
JUAN GARODRI
(21-3-2009)


No sé cómo puede haber gente que guste tanto de dar conferencias, con lo que a mí me aburren. Supongo que es por la pasta. A la rica conferencia. Sólo a dos mil euros la más barata. Así cualquiera. Yo, sin embargo, cuando daba conferencias, cobraba una miseria, a pesar de que al final me aplaudían, no sé si por mi excelencia o mi silencio.
Hay que diferenciar al tipo que ‘da’ conferencias del tipo que ‘dicta’ una conferencia. El tipo (o tipa) que dicta conferencias confiere a su dictado un aire de superioridad informativa (o científica) que para sí quisiera el tipejo que da conferencias. El tipo (o tipa) que dicta conferencias posee una sabia complejidad erudita, de la que es consciente, que manifiesta cuando sonríe con solapada arrogancia ante las preguntas que fundamentan los debates finales. Son de gran importancia estos debates. Los asistentes refuerzan su ego. ¿Hay más preguntas? Dice el dictador/a de la conferencia. Y el que levanta la mano siente que le crecen las petulancias porque puede que los demás admiren su conocimiento del tema. Y pregunta. A veces una chorrada. Pero pregunta. Y el conferenciante (o conferencianta) responde. Pensando, la mayoría de las veces, que no puede desacreditar la chorrada preguntona porque para eso cobra más de dos mil euros.
En otro orden de cosas, los escasos oyentes que asisten a escuchar a los que dan conferencias (baratas, ya se sabe, o gratuitas, llamadas charlas) apenas preguntan, o no preguntan. Los asistentes se levantan y salen apresuradamente de la sala, como el que tiene que hacer algo. Su aspecto huidizo los delata. Y el conferenciante que ‘da’ la conferencia se siente frustrado porque el debate ha sido un fiasco (el término está admitido por la RAE).
Es evidente que las recientes conferencias de Paul Krugman han sido ‘dictadas’. En actitud genuflexa (no en vano es premio Nobel de Economía 2008), todo el mundo ha admitido el panorama aterrador que Krugman ha dictado para la economía española si no bajan los salarios y los precios. Pero digo yo que si bajan los salarios el gentío no puede comprar, y si no se compra no se consume, y si no se consume no se soluciona la crisis.
Krugman ‘dictó’ sentencia: “A España le hubiera ido mejor si no se hubiera unido a la Unión Económica Europea”. Toma conferencia.
MENUDENCIAS
JUAN GARODRI
(14-3-2009)



Estaba en el Candilejas tomando una sin alcohol (que uno a veces ya no está para otros tragos) y el personal parloteaba sin tregua. Se había hundido media España. El Madrid acababa de sufrir el chorreo más ignominioso de su historia triunfal. Y digo media España porque la prensa deportiva que se lee, eso, en media España, se mofaba de forma inmisericorde del desafortunado chorreo que Boluda vaticinó a favor del Madrid. Ni el más acabado de los arúspices etruscos hubiese vaticinado con menos clarividencia un acontecimiento pretendidamente favorable. Desde luego Boluda no estudió en el Colegio de 60 arúspices que creó el emperador Claudio y que se mantuvo institucionalmente, digamos, durante cinco siglos para interpretar la voluntad de los dioses.
Descartes, teorizando sobre la substancia, apunta una interacción entre el espíritu y los movimientos corporales, y a pesar de que la princesa palatina Lisalotte le recriminara tal influjo como una contradicción, él insistió en que este influjo se realiza a través de cierto lugar del cerebro llamado glándula pineal, ese tercer ojo que activa y produce melatonina cuando no hay luz. Los productores diarios de luz y oscuridad se fundieron, probablemente, y entonces Boluda dijo lo del chorreo que, a pesar de ser frase coloquial, originó la gran retranca de la prensa deportiva que lo ha diseminado por la media España aludida.
De todo esto se hablaba en el Candilejas, aunque en términos futboleros, evidentemente. Hay algo que olvidáis, dijo el listo. El qué, preguntaron. El gran favor que la cosa del fútbol hace al Gobierno. Lo miraron algo sorprendidos. Sí, continuó, mientras se habla de la derrota del Madrid y sus cinco fracasos consecutivos por conseguir las semifinales de la Champon’s, no se habla de la crisis. El perspicaz dijo, venga ya, como que el fútbol sirve para tapar lo de la crisis. Bueno, dijo el enterado, si no es con el fútbol se tapa con lo de Garzón, su implicación a Francisco Camps, que se hace trajes caros con el dinero de la Comunidad Valenciana, que ni que las chaquetas llevasen la recarga del iPod. Más le valiera callarse, dijo el resentido, que Garzón con sus viajes, sus conferencias y sus cobros en dólares sin declarar a Hacienda, según dicen, está salvando del latigazo social a Zapatero.
Y los sindicatos con la pancarta escondida en la troje.
INCOGNITUM X
JUAN GARODRI
(7-3-2009)

El personal mayormente se ha reído, o cachondeado más bien, del ‘lapsus linguae’ de Zapatero porque donde quiso decir laborar, trabajar, o algo así, dijo follar. Para comentar este lapsus (resbalón), habrá que echar mano de algún metafísico del conocimiento, Nicolai Hartmann, pongo por caso, profesor en las universidades de Hamburgo, Colonia, Berna y Gotinga, lo que no es poco.
Creo que el lapsus de Zapatero tiene un origen psicológico que Hartmann relaciona con la ‘intencionalidad’, algo que pertenece al inseguro “campo de los objetos”, elaborados por nuestro conocer, pero ligados a un inabarcable residuo de seres ‘transobjetivos’ que pululan entre los conceptos sin llegar a hacerse actos (en este caso actos verbales, palabras). Este rollo es lo que configura la intencionalidad y posibilita que se piense en algo distinto a lo que en un momento determinado se está diciendo. Y va Hartmann y le pone un nombre que parece el título de una película de extraterrestres porque lo llama «incognitum X». ¿Qué reacción ‘transobjetiva’ relacionó en la mente de Zapatero las palabras de trabajar, apoyar y follar? ¿Acaso sería porque el follaje lleva consigo un considerable esfuerzo emocional e incluso muscular? No lo sabemos. Pero me atrevo a añadir que la intencionalidad (involuntaria) viene impulsada con frecuencia por residuos irracionales que se activan mediante estímulos recibidos desde el exterior. En este caso, quién sabe, Zapatero podía estar apreciando la belleza de alguna señorita presente en el auditorio, y esos malignos residuos irracionales le jugaron la mala pasada de pensar fugazmente en algo distinto a lo que estaba diciendo. Y le brotó la palabra lastrada por el residuo irracional, palabra que en ese momento se materializó en el término follar, lo cual que dejó atónitos a los oyentes porque, si bien se mira, el término no venía a cuento.
Esto del ‘incognitum X’ no es caso único. En una boda, el celebrante, tal vez deslumbrado por la belleza de la novia, la cagó en la cita bíblica. Y en lugar de recitar “tu mujer como parra fecunda” (esa comparación de los hijos que se extienden como racimos hasta la cuarta generación) pues fue el buen hombre y soltó “tu mujer como perra fecunda”, lo cual que acogotó a los contrayentes y se fastidió el casorio.
Zapatero tuvo más suerte: no se chafó el convenio de ‘follar’ con Rusia.

viernes, 19 de febrero de 2010

TELEFONAZO
JUAN GARODRI
(28-2-2009)


Supongo que el personal, por razones higiénicas, se cepilla los dientes después de las comidas. Y en éstas andaba cuando sonó el teléfono. Esther asomó la cabeza por la puerta del baño, me tendió el inalámbrico y dijo, Juan, el teléfono. Dudé si responder o no porque la respuesta entrañaba cierta dificultad teniendo en cuenta que cualquiera, por mucha habilidad verbal que tenga, habla estropajosamente con la boca llena de pasta dentífrica. Al otro lado de la línea, una muy amable voz femenina preguntó que si era yo el señor de la casa. Ante interpelación semejante, a cualquiera se le infla el ego. Y a pesar de que mi estilo, por decir algo, no incluye entre sus categorías la preponderancia posesiva, algo parecido a un pequeño globo complaciente levitó sobre mi cabeza (señor de la casa, jo, como si uno fuera un millonetis). «Í, oi oó», respondí con la lengua pegada entre los dientes y el Colgate. Advertí un ligero grado de sorpresa en la voz, con acento argentino, me pareció, de mi interlocutora cuando escuchó la respuesta. No obstante, se sobrepuso y me informó, con la velocidad característica de las chicas de publicidad, de que su nombre era Mariola, creí entender, y que me llamaba desde una Compañía de medios audiovisuales para informarme de las grandes ventajas que me proporcionaría, tanto a mí como a mi familia, la contratación de ADSL 20 MB, además del acceso a lo mejor de televisión. A todo esto, mientras la chica cumplía con su tarea informativa, yo me había enjuagado y me encontraba en condiciones de hablar sin que se me torciera la lengua. Le dije que le agradecía su oferta, pero que ya disfrutaba de adsl 6 megas, gracia que me había concedido mi compañía por 1 euro más al mes, por ser cliente antiguo y por mi fidelización. Insistió Mariola con presteza expresiva de 75 revoluciones por minuto, señor don Juan, va a perderse usted las siguientes ofertas para su línea (las especificó), las siguientes ofertas para su ADSL (las enumeró), además del aumento de velocidad, seguridad y antivirus, las siguientes ofertas de paquetes y canales y recargas de móvil (las detalló). Cuando buenamente pude, le dije no, gracias, no me interesan sus ofertas, no veo televisión. ¿Cómo ‘gana’ su tiempo?, dijo. Leo libros, respondí.
Creo que me tomó por idiota.