sábado, 26 de diciembre de 2009

TOMATES AZULES
JUAN GARODRI
(11-11-2006)

No sé si habrá plátanos rojos y pepinos blancos, pero hay tomates azules. Lo han conseguido, los tíos. Oye, que se ponen a investigar y son capaces de mezclar al ser humano con las vacas. Que va a ser que sí, o sea, que también lo han hecho. Pero lo de los tomates azules me ha sorprendido tanto o más que lo de las vacas. Los científicos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de Valencia han desarrollado la cosa de los tomates azules. Cuando yo era pequeño, mi padre me entretenía contándome el cuento de las medias azules. «Que si quieres que te cuente el cuento de las medias azules», me decía. En mi imaginación aparecían unas piernas hermosísimas, como correspondían a muchacha que mereciese la mórbida perfección de una piel cubierta por medias azules. «Sí», respondía yo con el deseo de escuchar algo prodigioso. «Que no te pregunto ni que sí ni que no, que si quieres que te cuente el cuento de las medias azules», repetía mi padre. Y así hasta que mi enfado descubría la paternal guasa del cuento.
Desde pequeño he convivido con los tomates, su piel lisa y brillante y roja, su pulpa jugosa, olorosa, sabrosa, troceada al medio como quien trocea una pasión y salpicada con unos granos de sal gorda como quien salpica el vuelo de la libertad. Y ahora nos proporcionan tomates azules. Quizá pronto perderemos, como tantas cosas, la encendida entraña del tomate, roja como una lengua de fuego pecaminosa. La belleza cárdena del tomate será sustituida por la frialdad científica de unos tomates azules que son tomates pero no son rojos. Tomates azules que no son fruto de la doméstica aspereza de la tomatera sino de una biofactoría productora de células que trabajan para nuestra salud. Tomates azules convertidos en biofactorías. Tomates azules que tal vez no sacien tu apetito, aunque produzcan proteínas con fines terapéuticos. ¡Qué bárbaro, lector amigo! El licopeno de un tomate azul reducirá la aterradora posibilidad de desarrollar cáncer de pulmón, de tracto digestivo o de próstata. Con su poder antioxidante y sus fines terapéuticos, te aseguro que llegará el día en que se elimine la enfermedad y nos hagan morir perfectamente sanos.

No hay comentarios: