jueves, 31 de diciembre de 2009

DE ESCRITORES
JUAN GARODRI
(7-7-2007)

Hacía más de un año que no veía a mi tío Eufrasio. Se compró un apartamento en Aguadulce, a la orilla del mar, y desde allí viaja a no sé qué archivos y bibliotecas franceses para documentarse sobre los cátaros y la vida medieval en la Europa del siglo XIII. Arrullado por las olas, según dice, se pasa las horas muertas escribiendo no sé qué truculencias góticas de los albigenses y Santo Domingo de Guzmán. Ha venido por aquí estos días de principios de julio, una vez terminadas las fiestas de San Juan, de trágica recordación las de este año. Como de costumbre, hablamos de literatura mientras saboreamos unos vinos tintos. Me cuenta que cada vez le cuesta mayor esfuerzo aceptar el hastío que le produce la página en blanco. Todo el mundo escribe, dice, y ocurre que la cantidad disipa la calidad. Hay tantos escritores, que debe resultarles muy fácil el hecho de escribir, razón por la que yo me acomplejo y me considero un cero a la izquierda narrativo, puesto que tanto esfuerzo me cuesta lo que a otros, cientos de ellos, resulta sumamente fácil. Tienes razón, le digo, la vulgaridad sustituye al talento y el engreimiento reemplaza a la sencillez. Cualquiera te sorprende con que ‘escribe cuentos’, como si afirmase que sabe cocinar un revuelto de espárragos. ¿Conoces la funciones de Propp, la voz del narrador, el tono narrativo, el punto de vista, la estructura interna del relato, el monólogo interior, en fin, algo de técnica?, preguntas al cuentista espontáneo, y te dice que si Propp es algún futbolista de los que danzan ahora en el baile de los fichajes. No, le dices humildemente para que no se mosquee, Propp escribió un libro, “Morfología del cuento”, en el que hace un análisis estructural de los cuentos maravillosos rusos, aplicable a todo tipo de textos en que se trabaje la creación literaria. Mi tío Eufrasio me dice que sigo tan gilipollas como siempre, que a quién se le ocurre hacer esa pregunta a un tipo que se considera escritor, que es ofenderlo en lo más alto de su cualidad estética. Hoy se escribe lo que puede ser comprado, y se compra el “aquí hay tomate” de lo publicable, pardillo. Eso dijo.

No hay comentarios: