martes, 29 de diciembre de 2009

INTERNET BASURA
JUAN GARODRI
(28-4-2007)

He leído, en un blog de un periódico de tirada nacional, una memez visual típicamente informática. En un pueblo inglés cercano a Somerset producen queso. Y no contentos los productores con la pálida acidez de la cuajada, pues van los tíos y le ponen al lado una webcam y lo enfocan para que todo el mundo vea cómo madura. Y no retiran la cámara, ahí lleva desde enero, noche y día, expuesto el queso a la curiosidad de la mirada de cerca de dos millones de visitantes. Es una prueba (de entre las más de quinientas mil que podrían aducirse para demostrar la inutilidad particular del invento: adviertan los conspicuos que digo ‘particular’, es decir, individual y doméstico, ya sabemos que en el ámbito científico, comercial, educativo e informativo Internet es de lo que no hay, jamás la noticia voló a la velocidad de la luz, contento el personal con su monitor de 20’’ LCD, algo inimaginable hace tan sólo treinta años), es una prueba, decía, de que Internet le vale mayormente al gentío para personal entretenimiento y solaz, para pasar el rato, qué digo el rato, las horas muertas dándole que te pego a la tecla del ratón, despreciando el peligro de la contractura y la lesión del tendón del manguito rotador, que es la parte del hombro que ayuda al movimiento circular. O lo que es quizá peor, acojonándose al observar las consecuencias del fenómeno de Raynaud, qué susto, señor, los dedos blancos y luego azules y luego rojos de tanto darle al ratón, por muy inalámbrico que sea. Ya saben, en Internet tiene cabida todo. Basura, muchísima. (Y así, por lo bajo, les digo que el 77,3 % de entradas se realizan para visitar páginas pornográficas, aunque el tipo diga que está consultando Wikipedia). Navegan por él innúmeros barcos, contenedores de chapapote mental. Internet es uno de los ‘adelantos’ más sobrecogedores, ya se sabe. Habría que acotar, sin embargo, el terreno entre su utilidad y su conveniencia. A mí particularmente me es de escasa conveniencia. Tiempo que estoy ante la pantalla, tiempo que no leo. Me es, a pesar de todo, útil, aunque no sea más que para enviar este artículo a la redacción.








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