martes, 9 de junio de 2009

EL HIPOCORÍSTICO
(11-10-08)
JUAN GARODRI


Disculpa, lector conspicuo, que empiece estas líneas con un título tan aparentemente petulante. No es petulancia. Es rememoración.
La primera vez que oí la palabra (aquellas clases de literatura, a los 13 años) la imagen que el hipocorístico produjo en mi mente fue la de un plato de churros untados con miel. No sé por qué. No lo sabré nunca. Habría que preguntar al psiquiatra, si llega el caso. La cuestión es que la palabra me gustaba, así que fui a la biblioteca, tiré de diccionario de la RAE y averigüé el significado de hipocorístico.
Y me desilusionó. Pensaba que el concepto de hipocorístico tendría que esconder algo inextricable y equívoco mezclado con la dulzura de lo turbio. Pero no.
Toda su complejidad onomástica se reducía a la simpleza de nombres conocidos y usados por todo quisque, como Pepe, Charo, bici, Maripi, Goyo, Güili, mates. Así que los diminutivos, apócopes y aféresis pululaban entre nosotros sin que nadie supiese que Nito, por ejemplo, como llamaban a mi primo, era un hipocorístico.
Esta atracción léxica que en mí ejercía el hipocorístico me llevaba a presumir de cierto conocimiento lingüístico del que los demás carecían e, incluso, a enfrentarme con alguno de mis amigos.
A Toño, por ejemplo, en cierta ocasión, discutiendo las habilidades balompédicas de Gárate, como no nos pusiéramos de acuerdo y discutiéramos rabiosamente, le dije que había dejado de ser Toño y se había convertido en un hipocorístico. Y dejó de hablarme.
Hace unos días, en la sala de espera del médico, las revistas del corazón desbordaban la mesita central (digo yo que también podrían ofrecer las salas de espera de los médicos alguna revistilla cultural, esas que intercalan los periódicos los fines de semana, pero no), las revistas del corazón se amontonaban en la mesita central, ya digo. En la portada de una de ellas se leía: «Pe y Barden triunfan». Sorprendido, caí en la cuenta de que ‘Pe’ es el hipocorístico de Penélope Cruz, esa actricilla, según algún director de cine español.
La insospechada reducción del nombre tiene una justificación publicitaria: Pe sube mejor que Pene.

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