martes, 9 de junio de 2009


COSAS DE ESPAÑA
(4-10-08)
JUAN GARODRI


Desde la aparición del concepto de España como nación, los pensadores la han considerado como problema. El problema de España. La idea de las dos Españas. La reformista y la conservadora.
Los conservadores quieren una España portadora de “esencias”. Los ilustrados del XVIII, los liberales de XIX, los regeneracionistas del XX quieren una España nueva.
Otra España. «Hacia otra España», escribió Maeztu porque, junto a los del 98, no le gustaba la que había y pretendió una renovación de estilo europeísta.
Ha transcurrido más de un siglo y poca renovación ideológica ha habido en estos cien años. Hay más autovías, más supermercados, más telefonía móvil, más hoteles en las playas y más puterío de lujo. Pero no creo que exista una ideología más asentada que entonces.
Es un disgusto, España.
Tal vez por esto, me parece, Sánchez Ferlosio diga que odia a España. Aunque él asegura que su odio nace, en parte, «por la excesiva atención que se le presta a los deportes» y, en parte, porque le «carga esto de la patria».
Conozco a Ferlosio desde hace muchos años, cuando iba a arreglarse a la peluquería de mi padre. He hablado pocas veces con él. Siempre me ha parecido una persona adusta, que gusta poco de relaciones prescindibles. Nunca ha presumido de ‘personaje importante’ (el hombre más importante de nuestra literatura, según Delibes) y, dentro de su sorprendente sencillez, puede uno verlo por alguna calle de Coria tirando del carrillo de la compra con paso mesurado y ademán humilde.
A mí también me pone España los pelos de punta, pero no por la cansina consagración que los medios dedican a los deportes, sino porque la patria (“el más venenoso de los conceptos”) o se pasa o no llega. Está a la cola de Europa en educación, por ejemplo, y a la cabeza en fracaso y descalabro. “España bate todos los récords del paro en Europa”, leo. O “España, número uno del mundo en pederastia”.
Es canallesco, ruin, indignante y repulsivo el abuso sexual de menores, incluso bebés, para colgar la filmación en Internet.
Esto sí provoca mi odio a España. A veces.

No hay comentarios: