viernes, 1 de enero de 2010

MARADONIANOS
JUAN GARODRI
(10-11-2007)

Nunca creí que el hombre fuera tan inteligente como para haber creado a Dios. Wagner quiso levantar un altar a Apolo en un futuro visionario. Nietzsche, en su escrito sobre la tragedia, arrebatado por su furor anticristiano (“El cristianismo inventó el concepto de Dios como contraconcepto de la vida”), pone a Dionisos por encima de Cristo. Pero ni Apolo ni Dionisos son dios porque los mitos carecen de esencia divina. Para el músico y para el filósofo no constituyen más que un sucedáneo con el que pretenden sustituir a Dios.
Vienen ahora, sin embargo, los maradonianos e inventan un dios, crean su dios, se entregan al dios: el dios Maradona. Hace pocos días contemplé en televisión, un poco atónito, la ceremonia de la boda de dos parejas según el rito de la Iglesia Maradoniana. Así que entro en Google, ese poderoso agujero informativo de alcance casi sobrenatural, y descubro asombrado más de 11.500 entradas sobre ‘maradonianos’. Oye, y que los tíos festejan la navidad y todo, me dice mi tío Eufrasio. ¿Qué navidad, le digo, si estamos en noviembre? No te enteras, me dice, festejan el nacimiento de Maradona, su 43 cumpleaños el día 30 de octubre a las 0:00 horas, y se han inventado una nueva era, así que ahora vivimos en el año 43 d.D. (después de Diego). Yo no sabía nada. En mi inocencia informativa, yo era desconocedor de tan magno acontecimiento. Tan desconocedor que, al enterarme de la nueva era post Diego, un tsunami conceptual me revolvió las neuronas y mezclé atropelladamente cientos de hechos históricos para contextualizar la noticia y proporcionarle un asentamiento adecuado en la diacronía. Imposible. La iglesia maradoniana es un acontecimiento sincrónico producido por forofos futboleros que sustituyen la cruz por una bota de fútbol.
Dentro de la idea del progreso, los hombres han inventado de todo: desde la alfarería, allá por Irán en el año 7000 a.C., hasta el láser cuando a Theodore Maiman se le amplificó la luz en 1960; desde el vidrio, cuando los egipcios consiguieron la fusión de arena silícea con potasa 3000 años a.C., hasta la nanología, tecnología de lo infinitamente pequeño. Han creado de todo. Pero no han sido capaces de crear a Dios. Mucho menos a un dios futbolista.


No hay comentarios: