viernes, 15 de enero de 2010

AGUAFIESTAS
JUAN GARODRI
( 27-12-08)

Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad, dijo el ángel. ¿Se equivocó el ángel, como la paloma metafórica de Alberti? Tal vez sí, aunque bien mirado, el deseo pacífico del ángel parece que se materializa sólo en una parte de los hombres: los de buena voluntad. Aquellos que no tengan buena voluntad se quedarán sin paz. La Paz. Paz. Palabra extraña en este mundo, la Tierra, acosada por la esencia perturbadora del mal. Ten extraña que 22 países del mundo están actualmente en guerra. Guerra, antónimo de Paz. Las grandes palabras de las Convenciones internacionales hablan de Paz. Realmente impulsan la Guerra. Ese es el fondo de la cuestión. Loa grandes capitostes mundiales carecen de buena voluntad. Fabrican los artilugios bélicos para que los hombres se maten. Las fábricas de armas, cada vez más sofisticadas, no detienen sus cadenas de producción. Se fabrican para ser utilizadas. Para ello hay que venderlas a los países que las necesitan para matarse. Creo que el ángel ya conocía, dentro de una omnisciencia participativa de la divinidad, que la mayoría de los hombres no tiene buena voluntad. De ahí la frase bíblica: «Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad». A los hombre de mala voluntad, a los de mala leche, el ángel no les desea Paz. La mala leche que inunda los entresijos del ser humano. Mala lleche social, empresarial, familiar. Los ricos a enriquecerse. Los pobre a empobrecerse.
Porque la crisis repercute más en los pobres que en los ricos. A pesar del cuento que quieren contar los grandes contadores de cuentos para apropiarse el papel de hombres de buena voluntad. La mala voluntad se aposenta en el entorno social y aparece Madoff. Se aposenta en el entorno familiar y aparece la violencia doméstica (mal llamada violencia de género) incluso en estas fechas tan señaladas (tópico) de la Navidad. El subconsciente colectivo se rebela contra la mala voluntad, pero se consigue poco. Las sombras de la noche (el mal) se ciernen sobre el ser humano y los discursos de los impulsores de la Paz no logran ahuyentarlas. Paz equivale a bondad. Guerra equivale a maldad.
Esta es la crisis, a mi modo de ver. El ángel solamente cantó la Paz, en una extraña lotería del Bien, para los hombres de buena voluntad. Y hay poquísimos.

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