viernes, 15 de enero de 2010

FALCON EYE
JUAN GARODRI
(15-11-2008)

No se sabe qué hubiera ocurrido en los despachos de los medios informativos si pierde Obama. Nadie sabe cuántos kilómetros de papel higiénico se hubieran utilizado para contrarrestar los efectos de la gastroenteritis noticiosa que obligaba a abundantes, en el tiempo y en el espacio, evacuaciones informativas, reiterativas y, con frecuencia, mefíticas. El gentío me dice que ya está bien, que hay otras cosas más importantes para los españoles. Pero, nada. Los medios se empeñan en apacentar al personal alimentándole con el pienso que ellos seleccionan.
A los españoles no les interesa que España logre o no logre entrar en la reunión preparatoria del G-20, a pesar de la peregrinación limosnera de Zapatero por los puntos cardinales para conseguir un asiento. A los españoles se la suda que la Justicia tarde 17 años en condenar a la comisionada del PSOE en el Ave, Aída Álvarez. Con su pan se lo coman. A los españoles les importa una higa que se castigue con la cárcel la corrupción entre directivos de empresas. A los españoles les interesa más la placa de sor Maravillas en el Congreso que las grandes naciones europeas entren también en recesión, Alemania la última. A los españoles, en fin, les importa un carajo que el fraude de los huertos solares ronde los 3.000 millones.
Hay una cosa, sin embargo, que interesa a los españoles: el Ojo de Halcón. Nitidez de la imagen. La bola aparece por la parte superior de la pantalla produciendo una parábola y aterriza en el sitio justo en que botó. El tenista no está de acuerdo con la decisión del línea que había gritado ¡no! y requiere al juez de silla la utilización del ojo de halcón para comprobar el bote. La pureza de la imagen decide si la bola ha sido buena o mala. El Ojo de Halcón. A los españoles les interesa que se aplique al fútbol. Un jugador empuja a otro y el empujado cae al suelo como herido de muerte. El Ojo de Halcón determinaría el engaño. El robo que sufrieron los atléticos en Anfield no se hubiera producido si en los campos de fútbol se instalara un Ojo de Halcón. Las prevaricaciones arbitrales se eliminarían con el Ojo de Halcón. Este artilugio salvaría a España, que está podrida de penaltis. Esto es lo que importa. Ni crisis ni nada.

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