domingo, 21 de febrero de 2010

UNA DE INGLÉS
JUAN GARODRI
(5-9-2009)


Lo normal era que un alumno o alumna terminase sus estudios de Instituto sin saber inglés. No creo que hayan variado mucho las cosas. O sea, que los alumnos terminan segundo de bachillerato sin saber inglés. Me refiero al inglés hablado. Gramática sí. De gramática inglesa puede que sepan un montón. Y hasta es posible que hayan aprendido de memoria los cerca de 154 verbos irregulares ingleses, esas formas verbales impronunciables pero pronunciadas con fonética spanglish. En Selectividad, los exámenes de lengua inglesa eran escritos. Consistían en la típica traducción directa, la no menos típica traducción inversa y en los acertijos de las frases que omitían deliberadamente los tiempos verbales para cazar a los vainas que desconocían la conjugación. El profesor o la profesora intentaba pronunciar en inglés las frases del manual, pero aquellos sonidos no se le quedaban a nadie en la cabeza. Imposible distinguir entre el 'burnt' de 'quemado' y el 'burst' de 'reventado', por ejemplo. Frases aisladas, sin contextualizar, carecían de sentido. Últimamente aparecían pequeñas historietas a lo largo de los libros de texto con cierta voluntad de argumento unitario. Pero ni por esas. Los alumnos, y las alumnas, españoles siempre han sido negados para los idiomas. Desastre lingüístico. Los lumbreras que gozaban de capacidad expresiva en inglés eran admirados por el grupo estudiantil. Los demás, la mayoría, a la cola. Retrasados (mentales) por no saber inglés. Los españoles eran incapaces de asomarse a la modernidad que otorga el conocimiento del inglés. A la cola. Y aunque en la cola siempre había otro (Portugal, Grecia), no ocurría lo mismo en los países europeos.
Así que los españoles han decidido asomarse a la modernidad. Y ya que no hablan inglés, adornan sus frases con 'una' palabra inglesa. Y ya está. La publicidad es la impulsora de esta modernización lingüística. Acaban de enviarme un correo electrónico con una larga lista de anglicismos actuales. Pura guasa. Modernidad pura. Algunos: Desde que las insignias se llaman pins, las comidas frías lunchs y el personal saca el tupper-ware en vez de la fiambrera este país no es el mismo, ahora es muchísimo más moderno. Ya no hay sentimientos sino feelings, las mujeres no usan medias sino panties, y los hombres no utilizan calzoncillos sino slips. Estos cambios de lenguaje han mejorado mucho nuestro aspecto.
Yo antes de leer la lista no sabía si tenía stress o es que estaba hasta los cojones.

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