domingo, 21 de febrero de 2010

CONTRADICCIONES
JUAN GARODRI
(20-1-2010)


Los filósofos han tratado de explicar, dentro de la ley de principios, el llamado ‘principio de contradicción’ como algo que no puede “ser y no ser” al mismo tiempo, dotando por lo tanto de imposibilidad óntica el rezar y el no rezar (simultáneamente), por ejemplo. De ahí que me resulte sorprendente la noticia de que Zapatero haya aceptado la invitación de Obama para asistir a un “prayer breakfast”, acto religioso que «empieza con una oración, termina con una plegaria y en medio hay sólo invocaciones al Señor y promesas de no apartarse de las Sagradas Escrituras». Toda persona está en su derecho de ser creyente o no serlo pero, por coherencia interior, el no creyente debe abstenerse de participar en actos religiosos de oración y fe activa, como es el ‘desayuno de oración’. A no ser que Zapatero esté interesado exclusivamente en el encuentro con Obama y le importen un pito las invocaciones al Señor y el ‘canticorum iubilo’ de las Sagradas Escrituras. No es extraño pues que la prensa antigubernamental se haya pitorreado estos días del señor Presidente con tal motivo. Momentos tontos que vive cualquier persona común en su vida diaria, mister Bean.
Otra raya del principio de contradicción, ser y no ser, la ha señalado la señora vicepresidenta De la Vega cuando afirma que el escudo que adorna la primera página del ejemplar original de la Constitución es inconstitucional. Andar en zancos por el alambre es más fácil que concluir la contradicción: una página de la Constitución es inconstitucional. Habrá que espantar al águila de san Juan para que vuele a los evangelios y deje de representar símbolos franquistas. (Que eran anteriores a Franco, por cierto).
Otra raya. La gripe A se extingue sin causar los daños temidos: sorpresa y controversia en la comunidad científica. Ser y no ser. Esopo escribió algo parecido acerca de un pastor que asustaba a sus paisanos con la falsa llegada del lobo. También nos asustaron con la gripe aviar. Llegará el día en que nadie acepte las previsiones médicas de los gobernantes.
Raya final. Ser y no ser. Utilizar la foto de Llamazares para representar a Bin Laden. No deja de ser un ataque al principio de contradicción. Porque Llamazares no es Bin Laden. Es un político español honesto que no merece las chapuzas identitarias del FBI ni el guaseo de la prensa alemana.

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