jueves, 19 de noviembre de 2009

GRIPE AVIAR
(14-1-2006)
JUAN GARODRI


La ola de pánico que empieza a extenderse por Europa a causa de la llamada ‘gripe aviar’ no deja de crecer. Los medios de comunicación, que para eso están, informan constantemente del avance de la gripe: desde Asia viene propagándose, lenta pero inconteniblemente, hacia Europa, como un esqueleto con su guadaña, tal como representó a la muerte alguno de los Brueghel en el siglo XVI. El virus H5N1 apareció por el este de Asia en el 2003, se extendió a Indonesia y a China y ya está en Turquía. Y en Rumanía y hasta en Holanda, tú, que está tan cerca. La ONU, la UE, la OMS, la FAO y demás organizaciones que tantísimo se preocupan por nuestra salud, están echando sus cuartos al pregonero y avisan de que pronto se convertirá en una pandemia que diezmará al personal, de modo que los responsables sanitarios ya pueden ir montando las defensas, con trincheras y todo. Así que ojo con patos, pavos, pollos y gallinas. Alemanes y austriacos andan preparándose a todo meter para hacerle frente porque la OMS ha dicho que el virus de la gripe aviar podría propagarse de Turquía a países vecinos, a pesar de las medidas para contener el virus. Pero vamos, que de miedo, nada. Que el personal no tiene por qué atemorizarse. Que la constante advertencia que suministran tiene la función de informar a los ciudadanos, pero, vamos, que no hay que tener miedo. No me digas, lector conspicuo, que la cosa no tiene guasa. O sea, primero asustan de cojones al gentío europeo, proporcionan a diario las víctimas del contagio vírico, resaltan el número de muertos que el H5N1 ha causado hasta la fecha, destacan los límites geográficos por los que el virus se propaga, lo comentan hasta la saciedad en la cosa mediática, hacen que los presentadores televisivos lo comuniquen con cara de circunstancias, inducen a que quien más quien menos se vaya de las patas abajo, y luego van y sueltan, como quien no quiere la cosa, que no, que no se atemorice el personal porque no es para tanto y, además, la Comisión Europea (CE) que tanto se preocupa para que sobrevivamos sanos y salvos, ha aprobado un fondo de dos millones de euros para ayudar a los Estados Miembros a vigilar y hacer análisis a las aves contra la gripe aviar en el periodo de febrero a diciembre de 2006.
Así que yo no pienso preocuparme. Con el afán proteccionista que muestran nuestros gobernantes no hay por qué acojonarse por la gripe del pollo. Ya nos protegerán contra ella, ciudadano. Somos pequeñajos que necesitan protección. No hay más que ver lo del tabaco. Una protección digna de los mejores años dictatoriales. Nada, hombre, nuestros gobernantes pueden entrometerse en todo, no sólo en lo público, que es lo suyo, también en lo privado, que para eso nos procuran un bien más común que nunca. Y si interesa, por ejemplo, que la población aumente, pues nada, promulgarán la Ley del Crecimiento Vegetativo y del Follaje. Ya lo hizo Ceaucescu en Rumanía y consiguió que la nación creciera en número de habitantes. (Yo estuve en Rumanía en la época de Ceaucescu, advierto). Este afán dictatorial, que es el virus de la gripe de la intromisión en la vida ciudadana, va extendiéndose poco a poco, como la gripe del pollo, y en España tenemos la obligatoriedad del sin tabaco (denuncia y multa si se contraviene), y en Cataluña la obligatoriedad de la inmersión lingüística (denuncia y multa si se contraviene) y en Inglaterra la ley de expulsión domiciliaria al sospechoso de maltrato, y en Francia la ley de expulsión del país al inmigrante non grato, etcétera. Sería espantoso que en democracia sólo se nos utilizara para votar. Con una buena ley de protección de salud ciudadana, ni gripe aviar ni nada. ¿Y qué haremos para cenar sin filetes de pollo a la plancha?

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